Rolls-Royce aprovechó el Concurso de Elegancia de Villa del Este, Italia, para presentar un auto muy especial: es un one-off, es decir que no hay otro igual en todo el mundo, llamado Boat Tail que cuesta 23 millones de euros. La obra de arte sobre ruedas fue encargada por un multimillonario cuya identidad se mantiene en secreto.
Por su precio, es el auto más caro de la historia considerando únicamente a los que se comercializan como 0 km. Bajo el enorme capot se encuentra el conocido motor V12 biturbo de 6.75 litros del Phantom que entrega 563 caballos de potencia.
Debajo de los paneles de aluminio del auto se encuentra una versión de la plataforma Architecture of Luxury que se encuentra en la última limusina Phantom y mide alrededor 5,8 metros de largo. Cada uno de esos paneles de la carrocería es nuevo, al igual que los faros LED bien delgados y las luces traseras.
La tapa de la cubierta trasera se abre como las alas de una mariposa, en una solución a la que Rolls llama una “suite de alojamiento”. En el interior hay dos heladeras y un juego de cubiertos y vajilla especiales de Christofle. Además, trae un juego de herramientas de picnic campestre y una sombrilla que se extiende desde la parte trasera del automóvil. También viene con dos sillas plegables de tela, además de desplegar sobre la zaga dos pequeñas bandejas sobre las que dejar cocktail.
Por si el clima empeora hay una cubierta de lona temporal a bordo para lo que Rolls-Royce llama “estática refugio transitorio”.
Este llamativo convertible toma su nombre de una serie de Rolls muy raros de finales de la década de 1920 y principios de la de 1930, pero su relación moderna más cercana es la coupé Sweptail presentada en Villa’Este en 2017.