En la jornada de la víspera se tuvo conocimiento, que una vez más una institución deportiva de la ciudad fue víctima de los desaprensivos ladrones de cableado.
Del mismo modo que en 2020 fueron víctimas de estos hechos numerosas instituciones de la ciudad, tales como el Círculo Rafaelino de Rugby (CRAR), el campo de deportes del sindicato SEOM, el predio de Apadir, la Comuna de Tacural, y numerosos establecimientos rurales dedicados a la producción tambera y ganadera, en esta ocasión la víctima elegida fue el Club Ben-Hur.
Sobre el hecho en sí, de acuerdo a lo puesto en conocimiento de este Diario, en la madrugada del martes último, con total impunidad, personas desconocidas robaron más de 100 metros de cable en la institución de Barrio Ilolay.
Los cables pertenecían a la nueva torre de iluminación que fue instalada el año 2021. Este robo le generará a la institución una erogación de más de $40.000 para poder reparar la torre, la cual ilumina los campos de juego que son utilizados por las divisiones juveniles e infantiles.

MEMORIA: 750 M
EN EL CRAR
En la edición de La Opinión del 23 de enero de 2018 se informaba que habían robado nada más ni nada menos que 750 metros de cable en canchas del Círculo Rafaelino de Rugby (CRAR) y que por tal motivo las canchas quedaron a oscuras en la institución. El CRAR es una importante institución deportiva de Rafaela, donde se practica rugby y hockey, y que alberga a muchísimos jóvenes deportistas de Rafaela y la zona.
El presidente de la institución en aquel momento, Alejandro Brasca, había informado que el cable robado ascendía a unos 750 metros, y que el perjuicio salió a la luz cuando una de esas noches, quienes practican hockey en el Club fueron a prender las luces del predio y no lo consiguieron ya que no estaba el tablero con las llaves de luces.
Por otra parte, según el archivo de esta Sección, el 4 de agosto de 2020 se informaba asimismo que el personal de seguridad privada del predio del CRAR, alertó a la sede de la Comisaría Seccional N° 15 que cuando se hizo presente en instalaciones del club, observó siete reflectores del mismo apagados y el faltante de 60 metros de cable eléctrico subterráneo cuyo material es el cobre.