El consumo, considerado el verdadero motor del modelo económico de la Argentina a partir del 2003, se contrajo en el 2014 según coinciden en afirmar diversos estudios a la vez que genera incertidumbre de cómo se comportará durante este año en el que el Gobierno no prevé realizar cambios bruscos en su política, a la espera de las elecciones.
De acuerdo a la consultora Ecolatina, el 2014 dejó un "saldo decepcionante en materia de actividad económica" porque no "sólo cayeron el PBI y las importaciones, sino también las exportaciones, la inversión y el consumo, principal motor del crecimiento en los últimos años". En este sentido, estimó que "el consumo agregado (privado más público) se contrajo 1% anual el año pasado, la primera caída desde la crisis de 2009" aunque admitió que "estas cifras no sorprenden, teniendo en cuenta que se trató de un año recesivo, con aceleración de la inflación y un nuevo default de la deuda pública a comienzos del segundo semestre, lo que profundizó la desconfianza de los agentes económicos".
Al repasar el comportamiento de distintos sectores, precisa que el volumen de venta de electrodomésticos se retrajo 8,4% anual, según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa. Además, el patentamiento de automóviles 0 Km se retrajo 28,6% anual y la venta de vehículos usados cayó 11% anual.
En tanto, los autoservicios chinos
cerraron 2014 con una caída global de sus volúmenes de ventas del
8,2%, algo que no ocurría desde 2002, a raíz del crecimiento de la
competencia de los minimercados y el programa Precios Cuidados,
que le dio impulso a las grandes cadenas, según datos elaborados por la consultora Scanntech.
"Hay menos aperturas de locales nuevos, y lo que más se ve son
las ventas de fondos de comercio entre los propios chinos",
señaló el presidente de la Cámara de Comerciantes y Empresarios
Chinos de la provincia de Buenos Aires, Li Wenqi al analizar el desempeño del sector.
Según la medición de CCR, la consultora que contratan tanto fabricantes como supermercados para el análisis de las ventas de los distintos canales comerciales y detectar tendencias de consumo, en 2014 las ventas de los productos de la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de tocador y de limpieza) terminaron con una baja de 1,4 por ciento.
Asimismo, consignó que los precios en las grandes cadenas se incrementaron en promedio un 39,3%, una cifra que está a tono con la inflación Congreso -se denomina así porque es el lugar donde es difundida por legisladores de la oposición- que elaboran las consultoras privadas y que midió un alza de 38,4 por ciento.
Un dato poco alentador tiene que ver con diciembre, cuando por las fiestas las ventas en los supermercados suelen arrojar números positivos. Sin embargo, en el último mes del año pasado cerró con una caída interanual de 2,2%. "Se trata de la primera caída anual de los últimos años, pero ya desde fines de 2011 apreciamos una tendencia declinante de la demanda", consideró el director de CCR, José Amodei.
En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) optó la semana pasada por tratar de ver el vaso medio lleno al informar que la facturación en los supermercados
acumularon durante 2014 un aumento del 37,4% contra el año
anterior, mientras que en los shoppings la suba llegó al 32,5% en
la misma comparación.
De acuerdo con los datos oficiales, la facturación de los
supermercados a precios corrientes trepó 33,1% en diciembre y 19,4
puntos porcentuales por encima del mes anterior.
En ese mismo mes, los supermercados facturaron 20.643,2
millones de pesos y a precios constantes las ventas en esos
establecimientos aumentaron 18,3% entre noviembre y diciembre pasado.
Para Ecolatina, casi todos los rubros del consumo mostraron una retracción, de mayor o menor intensidad, durante 2014. Y que esta contracción del consumo agregado se produjo a pesar de la expansión del gasto público nacional, cuyo crecimiento nominal superó la tasa de inflación de 2014.
¿Cuál es la causa del enfriamiento del consumo? Desde Ecolatina expresaron que la devaluación de enero del año pasado impactó negativamente sobre el poder adquisitivo de las familias, al generar un pico de inflación que socavó el salario de los argentinos, que cayó 5% en 2014. Además, redujo fuertemente el salario medido en dólares, el cual descendió un promedio de 12,6%. A ello se suman los elevados niveles de incertidumbre en el plano cambiario, y la inestabilidad laboral. Otro de los factores que frenaron el consumo fue la autorización oficial que permitió a los trabajadores de mayores ingresos comprar moneda extranjera para tenencia.
La gran incógnita es qué sucederá con el consumo en 2015, se pregunta Ecolatina. "Dicha variable tiene una gran incidencia en el humor de los electores. Siendo este un año de recambio presidencial, el oficialismo tiene buenos motivos para intentar apuntalar el consumo. Pero, ¿podrá lograrlo?", concluye.