Editorial

Retracción minorista

Al igual que todos los indicadores de la economía, las ventas minoristas continúan manteniéndose en retracción, llevando enhebrados ocho meses consecutivos, ya que en agosto experimentaron una caída interanual de 7,6% con lo cual acumulan en todo el período un acumulado de 6,7% de retroceso. Sin dudas, una muy mala señal, pues refleja con claridad la baja del consumo, lo cual marca el persistente deterioro de las condiciones sociales, sin que se visualicen posibilidades inmediatas de revertir esta situación. La cual constituye una de las grandes preocupaciones del gobierno.

El repaso de lo acontecido en agosto da cuenta que las bajas más pronunciadas se registraron en electrodomésticos y artículos electrónicos con 17,3%, neumáticos 15,7%, ferreterías 11,8%, materiales para construcción 10,8% y bazares y regalerías 9,6%, en tanto que dos que experimentaron muy leves alzas fueron perfumerías 1,4% y jugueterías y librerías 1,9%. Tal situación se dio aún teniendo agosto el Día del Niño, que sin alcanzar los niveles de ventas de años anteriores, de todos modos constituyó un factor movilizador que empujó hacia arriba las ventas, que así y todo se mantienen por el tobogán en comparación con 2015.

Un rubro que interesa especialmente para medir con mayor fidelidad las condiciones sociales, es el referido a alimentos y bebidas, donde se advierten características muy a tener en cuenta, como por ejemplo el cambio de hábitos de la mayoría de los consumidores, que optan por las ofertas, los días de descuentos, y las segundas y terceras marcas. Es decir, existe un mayor proceso de selección, pero así y todo en lo que va del año estos productos indispensables vienen acumulando una baja interanual de 2,4%, mientras que en agosto solamente la retracción comparada con igual mes del año pasado, fue de 2,1%.

Todo este descriptivo repaso viene dándose cuando ya se lleva recorrido un tercio del segundo semestre, inicialmente prometido como punto de partida de una recuperación que, sin necesidad de mayores argumentaciones, no aparece ni se advierte en lo inmediato. Ahora se habla de alargar la espera hasta los primeros meses de 2017, plazo que para muchos sectores , resulta excesivamente prolongado.

Autos en sube y baja

La producción de vehículos automotores mostró en el mes de agosto aspectos disímiles, que son fiel exponente de las oscilaciones del sector, el cual tiene fuerte impacto para analizar el comportamiento integral de la industria. Según el informe difundido por la Asociación de Fábricas Automotores de la República Argentina (ADEFA), en el octavo mes del año se produjo una caída de 8,5%, mientras que las exportaciones tuvieron una merma de 19,7%, lo cual debe contabilizarse en lo negativo, pero en cambio también hubo buenas noticias, permitiendo entrever mejores perspectivas del sector apuntando hacia fin de año.

Es que, si bien la comparación interanual fue negativa, el cotejo mensual finalizó con saldo positivo, ya que en agosto la producción de automotores ascendió a 43.552 unidades, superando en un 15,5% a su antecesor julio, en tanto que manteniendo esa misma comparación mensual las exportaciones crecieron 27,4% con un total de 16.486 vehículos vendidos al exterior.

Por su parte las ventas mayoristas a los concesionarios experimentaron una suba de 21,4% en el cotejo intermensual y de 11,5% respecto a agosto del año anterior, con 63.952 unidades.

De tal manera tenemos que entre enero y agosto las fábricas automotores argentinas produjeron 305.296 unidades, un 13,1% menos que las 351.477 que se habían fabricado en ese mismo lapso en 2015.

Como vemos, se mezclan en las estadísticas aspectos favorables y otros no tanto, por lo cual no puede todavía marcarse una tendencia sustentable hacia el futuro inmediato. Es que la realidad marca que en el año se llevan fabricados unos 48.000 vehículos menos que el año pasado, y eso sin dudas en negativo, pero en cambio tenemos que agosto levantó las exportaciones, y eso es positivo.

En general, se le acuerda al sector automotriz una influencia muy grande, prácticamente decisiva, para ir delineando el comportamiento generalizado de la economía, siendo junto al campo y la construcción, los factores esenciales para establecer el nivel de actividad.

Autor: Redacción

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