Suplemento Economía

Restricción externa, concepto de moda

Cuando analizamos en detalle los últimos años de la economía argentina podemos observar que el período de bonanza de post convertibilidad parece haber tocado fin, la pérdida de competitividad del tipo de cambio indudablemente está haciendo mella en la industria local, y el fuerte ingreso de divisas en este período prácticamente se ha anulado el año pasado.

La evidencia es irrefutable: a pesar de una gran cosecha y con un precio promedio de la soja a 480 dólares se logró un nuevo récord de exportaciones en 2011 que sin embargo no evitó la disminución de reservas acumuladas en el BCRA, es decir desapareció el principal pilar del modelo.


RESTRICCION EXTERNA

Con varios años de continuo crecimiento y un firme e importante ingreso de divisas fluyendo hacia el país procedente de las exportaciones, la industria comenzó a crecer y con ello a demandar más bienes de capital, retroalimentando las importaciones que al crecer estrangula el ahorro externo.

Con el tipo de cambio “atrasado” como ancla inflacionaria, el valor de nuestras exportaciones se ven resentidas; por lo que el 2012 arrancó con esta restricción externa condicionando el nivel de actividad económica y por supuesto limitando la acción de políticas públicas.

Por un lado, pocas posibilidades tiene el Gobierno de echar mano a las políticas fiscales directas, con abultado crecimiento del gasto público en los últimos años ya se observa un incipiente déficit fiscal incluso a pesar de los flamantes récords de recaudación que mes a mes anuncia la AFIP.

Por otro lado, la expansiva política monetaria ya encuentra su límite al alimentar peligrosamente la suba de precios, debido a que la oferta de bienes no acompaña al mismo ritmo al aumento de liquidez.

Devaluar daría un respiro a los industriales y restringirían las compras externas, sin embargo depreciar la moneda alimentaría de sobremanera como siempre ha sucedido la tan temida inflación.

El arduo camino elegido por el Gobierno es bien claro: una activa y por ahora ineficaz política de precios y por supuesto la restricción a toda costa de la salida de divisas: trabas a las importaciones, impedimentos a la transferencia de utilidades al exterior, obstáculos a la salida de capitales individuales y por último el proyecto de estatizar uno de los agujeros negros por donde se escapa una considerable cifra: YPF.


AL QUE LE PIQUE,

QUE SE RASQUE

Indudablemente la contingencia está generando un nuevo escenario con nuevas reglas, las determinaciones del ejecutivo muestran una vez más que a pesar de sus formas está dispuesto a tomar el toro por las astas, caiga quién caiga, le guste a quién le guste.

Lo claro es que el año económico pinta más tranquilo, aún con crecimiento se observa una marcada desaceleración en sus principales variables, con fricciones sectoriales que poco ayudan a romper el mal histórico argentino: la restricción externa.

Autor: Lic. Alfredo Koncurat

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