Editorial

Reservas y deuda

En materia de reservas del Banco Central de la República Argentina, se observa un claro contraste, pues mientras  las mismas están en retroceso, en cambio se advierte un notorio crecimiento de la deuda pública. Es que en estos momentos, con leves altibajos que van dándose semanalmente, se encuentran en el orden de los 45.000 millones de dólares, bastante menos de los 52.400 millones pico que se habían tenido en el mes de febrero de 2011.

De acuerdo a los cálculos que se hacen por otros compromisos que se avecinan en diciembre -sin estimaciones todavía sobre lo que ocurrirá con el fallo del juez Griesa que fue apelado y que dispone un pago de algo más de 1.300 millones de dólares el 17 de diciembre-, considerando los pagos del cupón PBI, las reservas podrían caer a 43.500 millones a fin de año. Y aún cuando el Banco Central puede comprar dólares, la posibilidad se encuentra bastante restringida como consecuencia del cepo impuesto a la divisa estadounidense, además de estar en plena contracción el superávit de la balanza comercial, que en el mes de octubre fue del 50% con comparación con igual mes de 2011, afectándose seriamente de tal modo la única fuente genuina de divisas que tiene el gobierno a su alcanza.

En el presupuesto de 2013 el Congreso autorizó al gobierno a tomar 7.967 millones de dólares de las reservas para hacer frente a los vencimientos de ese año, con lo cual a fines del mismo, de mantenerse las restricciones a las importaciones, a los giros de utilidades al exterior, a la venta de divisas, y si el superávit comercial se mantiene en el orden de los 12.000 millones de dólares -que es factible sea superado ya que a fines de octubre se estaba en el orden de los 11.500 millones, aún cuando ese décimo mes tuvo una baja del 50%-, las reservas podrían llegar a los 46.000 millones. Además en la contabilización de las mismas deben agregarse los 5.000 millones prestados por bancos europeos.

En abril de 2008, con reservas de 52.400 millones de dólares la circulación monetaria en el país era de 98.000 millones de pesos, estando en ese tiempo el valor del dólar a 3,16. Ahora, con una base monetaria de 265.000 millones de pesos, las reservas están rondando algo más de 40.000 millones, y el dólar cerca de 4,80 estarían faltando unos 14.000 millones de dólares de las reservas para cubrir el circulante.

La complicación mayor será en el futuro inmediato, ya que además el Central absorbe parte de la emisión monetaria teniendo por esa circunstancia  una deuda de 109.000 millones en bonos, con lo cual con un escenario de inflación en ascenso, tenemos que las reservas cubren sólo la mitad de sus pasivos monetarios, todo lo cual se agrava por la acelerada depreciación de nuestra moneda y un mercado paralelo del dólar con una brecha del 30%, que lo transformará en insostenible en el corto plazo si es que se tienen pretensiones de una economía prolija y con el orden necesario para participar dentro del mundo de las finanzas.

En cuanto a la deuda, aún cuando se vienen realizando los pagos correspondientes, la misma sigue incrementándose. Según números oficiales, exactamente a mitad de año -el 30 de junio- la deuda era de 182.741 millones de dólares, cifra en la cual se incluyen los algo más de 6.300 millones del Club de París, pero no los intereses atrasados ni punitorios que significarían otros 3.000 millones. Ni tampoco se incluyen los 3.000 millones del cupón PBI que antes de fin de año implican otros 3.000 millones de dólares, ni tampoco se considera lo que ocurrirá con los bonos en litigio que no ingresaron al canje, que en total suman otros 11.000 millones. 

De tal manera tenemos que la deuda se encuentra rondando los 200 mil millones de dólares, de la cual el 60% es en moneda extranjera, mientras que la deuda privada, según datos oficiales a fines de julio pasado, se encuentra en el orden de los 68.540 millones de dólares. Esta es, en consecuencia la perspectiva de endeudamiento que tiene hoy nuestro país, manteniendo un sostenido ritmo de crecimiento. Es que, luego de 2005 cuando se hizo la proclama del "desendeudamiento", tomándose la decisión del pago de 9.900 millones de dólares al FMI -que era el total que se le debía- el endeudamiento subió 56.000 millones de dólares, tanto por la capitalización de intereses como por la toma de nuevos préstamos, con el objetivo de financiar el déficit fiscal que se viene registrando sistemáticamente estos últimos años.

Autor: Redacción

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