Editorial

Reservas en vaivén

Las reservas del Banco Central suelen constituir una especie de termómetro sobre la marcha de la economía, habiendo pasado de una situación de estancamiento a una importante baja en los últimos meses, con lo cual queda entonces en caso de ser real la premisa referida al comienzo, bien calificado el mal momento económico. Es que las reservas, desde fines del año pasado y hasta el 7 de mayo bajaron nada menos que 3.930 millones de dólares, quedando en esa fecha en 39.361 millones, muy lejos de los casi 53.000 millones que se habían acumulado en 2011.

De todos modos, según sostienen algunos economistas, el peor momento parece estar quedando atrás, ya que no habrá vencimientos de deuda hasta septiembre, y en contrapartida durante ese lapso deberían ingresar  la venta de la cosecha gruesa y los fondos que se consiga captar por el blanqueo, existiendo cierta certeza sobre el primero de los rubros con unos 10.000 millones de dólares, pero en cambio siendo total incógnita con el segundo de los mencionados, confrontando allí el optimismo que se vuelca desde despachos oficiales con el poco menos que nulo efecto que anticipan voces opositoras.

Lo cierto es que en los últimos tiempos se ha dado un caso bastante singular con las reservas del Central, especialmente desde la modificación de la Carta Orgánica que permitió recurrir indiscriminadamente a sus recursos para afrontar el pago de vencimientos de la deuda, aunque cabe también decir que ya desde antes de esa medida el nivel de reservas había dejado de crecer, ingresando en una etapa de estancamiento. Algo curioso es que en casi todos los países de la región -con excepción de Venezuela- las reservas estuvieron incrementándose de manera muy importante, contrastando con lo que ocurre aquí, donde el factor central que impacta negativamente es que la mayor parte de los dólares deben destinarse al pago de la compra de energía, que de acuerdo se anticipa, este año insumirá 13.000 millones de dólares.

El activo del Central se compone de reservas internacionales, préstamos al Gobierno y otros rubros menores que explicaban hasta el balance del 7 de mayo último 591.870 millones de pesos. Mientras que en el pasivo aparece la base monetaria con 296.000 millones, títulos emitidos por el propio BCRA por 121.970 millones, y cuentas corrientes en otras monedas. De la diferencia entre activo y pasivo resulta el patrimonio de la institución.

Posicionamiento regional

En la nota anterior se aludía a la desventajosa situación del Banco Central argentino con relación a los países de la región, tema que tiene relación de informes que se conocieron recientemente respecto a la economía argentina con relación a los demás países latinoamericanos. Un dato es elocuente y por demás representativo de la forma en que vino cayendo la Argentina desde 1950 cuando nuestro PBI explicaba el 30% de toda la región, mientras que en 2011 era de sólo el 16%, un lapso de 60 años en el cual pasaron diversidad de gobiernos, democráticos y de facto, con negativo resultado para el país ya que en ese tiempo se redujo una vez completa con relación a sus vecinos. 

La participación de la economía argentina en Latinoamérica está en un nivel muy similar al de 1983, aun cuando en la última década la relación entre los precios de las exportaciones y las importaciones está entre las más elevadas de los últimos 60 años, destacándose asimismo que "el mundo le sigue dando excelentes oportunidades a la Argentina y que para no seguir desaprovechándolas -según lo menciona el Instituto para el Desarrollo Social Argentino-, se necesita tolerancia, diálogo y racionalidad económica  Una lectura completa e integral del período más triste de la Argentina ayudaría a no seguir cometiendo los errores que explican la decadencia persistente".

Volviendo a la comparación argentina con el resto de países del bloque latinoamericano, en realidad no es que no hayamos crecido -se deja constancia- sino que lo hemos hecho a un ritmo mucho menor que el resto, razón por la cual se descendió del 30 al 16 por ciento del total del PBI de la región. Datos históricos que ponen bien de relieve el gradual pero sostenido proceso de decadencia de nuestra economía.

Autor: Redacción

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