El nuevo sistema electoral combina la elección proporcional y la mayoritaria. La Unión Europea, preocupada por los riesgos de parálisis política en la tercera economía de la zona euro, aboga por un acuerdo de gran coalición entre las familias proeuropeas, un "Renzusconi" (Renzi y Berlusconi), muy criticado ya en Italia, y que los propios interesados han eludido cuidadosamente durante la campaña.