Emisión cero; movilidad con accidentes cero. Estos son los dos grandes desafíos que los fabricantes japoneses, como organizadores de este 44° Salón Internacional del Automóvil, intentaron responder en esta cita bianual (en su 60° aniversario) que se caracteriza, precisamente, por mostrar siempre las ideas más avanzadas (y si se quiere, hasta exóticas) sobre el futuro del transporte y la movilidad.
Por eso, es un salón que se caracteriza por la presentación de muchos y variados concepts cars (aquí también motocicletas) que plantean soluciones a los mencionados desafíos y otros, como la conectividad y otros valores que pueden sumar los vehículos del mañana.
Pero ¿por qué tanta preocupación por el futuro de la movilidad? Fumihiko Ike, presidente de la JAMA, la asociación que reúne a 14 fabricantes japoneses, lo resumió así en la presentación oficial que realizan ante la prensa internacional los presidentes de las cinco empresas automotrices más poderosas de Japón: Toyota, Nissan, Mazda, Mitsubishi y Honda, en ocasión de cada salón japonés.
"Los automóviles tienen varios retos de cara al futuro. Para 2050, los científicos estiman que la temperatura media global subirá 8°. Entonces, nosotros tenemos el desafío de cuidar el medio ambiente. Hoy, el 20% del CO2 que se arroja a la atmósfera proviene de los vehículos, en especial por el gran crecimiento de los mercados emergentes. Por lo tanto, debemos reducir un 70% del CO2 en 2050.
"El segundo gran reto -continuó Ike, titular además de Honda-, es la seguridad. Según la OMS hay unos 1,25 millones de víctimas por año en el mundo. Por eso, debemos proteger la vida de los seres humanos con más tecnología. Estamos en una era prometedora: el auto ya no debe ser un medio de transporte, sino algo más integral que incluya una gestión más eficiente de la energía, utilizando la del hogar, conectando el auto y la casa. También la inclusión de la información (el vehículo conectado), que generará nuevos valores como la comunicación, la prevención de accidentes, la forma de evitar embotellamientos, la conexión entre vehículos y con el entorno, que incluye el clima, Internet y otros. Por último, la automatización, que tiene un potencial enorme para superar los principales problemas del tránsito hasta llegar a cero accidentes y cero congestiones, además de otras prestaciones como la movilidad de las personas ancianas, discapacitadas e, incluso, las que viven en lugares remotos sin transporte público".
MOVILIDAD
DEL FUTURO
En nota de Gabriel Tomich en La nación, se cita que queda claro así el leit motiv de este Salón de Tokio 2015: el vehículo autónomo y eléctrico. Todas las empresas japonesas (y claro está, otras en el nivel mundial) están trabajando en esta tecnología. Y lo han tomado, más allá de la lógica competencia por el mercado, como una cruzada con tres etapas bien marcadas. La primera, para 2016: la circulación autónoma por un carril (no exclusivo, sino circulando con vehículos normales). La segunda, para 2020 (o antes), la introducción de autónomos que cambien de carril en las autopistas; la tercera etapa, la más difícil, por las connotaciones prácticas y sociales, la libre circulación de vehículos autónomos en el tránsito urbano.
Aunque parezca ciencia ficción, la tecnología de los autónomos tiene un desarrollo muy avanzado. Una de las marcas de punta en la materia es Nissan, cuyos prototipos autónomos tienen un alto nivel de operatividad (utilizan cámaras, radares y sensores láser para tener el panorama del tránsito en 360°), con pruebas realizadas en Japón, Estados Unidos y Europa. Sin embargo, la idea es expandir la nueva escena de la conducción en forma gradual.