Luego de dos meses de absoluto hermetismo informativo, y cuando habían comenzado a circular con insistencia rumores -ahora descalificados precisamente por este hecho- en torno al Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), esta semana se difundieron los índices inflacionarios de la provincia de Santa Fe correspondiente a los meses de marzo (3,6%) y abril (2,9%), ubicándose tales cifras en los niveles más altos de la serie histórica, desde que realiza esta tarea hace 7 años.

Con ello se confirma entonces, por un instrumento más -en este caso público por su carácter provincial- la alta inflación que viene arreciando en los últimos meses, ya que en el caso de marzo por ejemplo con 3,6 puntos solamente es superada por igual mes de 2008 cuando había alcanzado 4,2 que se mantiene al tope, recordándose que por ese entonces se había desatado el conflicto entre gobierno-campo por la resolución 125 que intentaba aplicar retenciones móviles a la producción y que finalmente se cayó por aquel voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos en una sesión de madrugada en el Senado, lo cual había provocado debido al lock out agropecuario un encarecimiento de los alimentos y bebidas del 6,3% que impactaron fuertemente en el costo de vida.

De todas maneras, y aún dentro de circunstancias excepcionales en marzo de hace cuatro años, tal como se puntualiza, la dupla marzo-abril reciente no le va en zaga, ya que esos dos meses juntos explican el 77% de la inflación acumulada en el primer cuatrimestre de 2012, que sumó 8,5 puntos. En tanto que en los tres últimos años la suma de los precios de marzo y abril había sido entre 1,6 y 3,2 menos que este año, quedando claramente expuesta la espiral inflacionaria que está mostrando el momento actual.

Hubo por cierto razones para esta motorización inflacionaria, pues desde mediados de marzo se produjo una liberación de precios en algunos rubros que estaban claramente retrasados, y además sobre fines de ese mismo mes se destacó la "batalla por la yerba mate", impactando fuerte en el nivel inflacionario ya que en abril tuvo una suba del 73% en sus precios de venta, además del fuerte aumento en la educación en el comienzo del ciclo escolar, la actualización de alquileres, junto a la suba de la presión impositiva -ya que tanto la Nación como las Provincias están en una afanosa búsqueda de recursos-, como así también de las tarifas de servicios públicos diversos.

Pero, por sobre todas las cosas, y tal como aquí en Rafaela también lo registró la medición que hace la consultora Develar y que se publica desde hace 3 años mensualmente en LA OPINION, en los meses de marzo y abril hubo una fuerte remarcación de precios, lo cual produjo una ampliación muy fuerte con el poder adquisitivo de los salarios, los que en puja dentro de las paritarias estuvieron oscilando en ajustes entre 18 y 24 por ciento -con alguna excepción-, por lo cual quedarán rápidamente alejados de la realidad inflacionaria, que los consumirá rápidamente.

La comparación de los índices mensuales registrados por el IPEC el año pasado y los de los primeros cuatro meses del actual, muestran con bastante claridad cómo se viene desarrollando la onda inflacionaria. En 2011, tuvimos 2,7 en marzo, 2,2 en abril, 1,1 en mayo, 1,2 en junio, 1,5 en julio, 1,8 en agosto, 1,9 en septiembre, 0,7 en octubre, 1,8 en noviembre y 1,9 en diciembre. Los dos meses iniciales de 2012 tuvieron un aceptable nivel con 1,1 en enero y 0,9 en febrero, en tanto que marzo explotó con 3,6 y abril ratificó el alza con 2,9. La suma de estas dos últimas explicó nada menos que el 77% del costo de vida del primer cuatrimestre del año.

En cuanto a los rubros que se acrecentaron por encima del promedio de la provincia en el primer cuatrimestre, fueron justamente los relacionados a los que impactan más directamente en los sectores medios y de menores recursos, como los casos de vivienda y servicios básicos con 12,8%, educación 10,4% y alimentos y bebidas 9,5 por ciento.

Esta es entonces la perspectiva inflacionaria que tenemos en la provincia de Santa Fe, totalmente distanciada de los números del INDEC, tal como sucede con algunas otras pocas mediciones provinciales que continúan en la tarea, ya que otras en acuerdo con el orden nacional resolvieron suspender su actividad para no "interferir" con la difusión del INDEC, colaborando así con el engaño.