Editorial

Recursos de pasivos

La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), es el organismo que maneja los fondos para pagarles los haberes a la clase pasiva, encontrándose ahora -y desde hace tiempo- en el centro mismo de la discusión, frente a la deslizada posibilidad de su desfinanciamiento, considerando el importante desvío de fondos que se hace para atender otras necesidades y también para sostener el funcionamiento del Estado.

El sistema previsional, es decir la caja de los jubilados, se financia con los aportes y contribuciones de los trabajadores y empleadores, tomando porcentajes sobre sus salarios, a lo cual se le agrega un 15% del total de la coparticipación. Según lo explican desde el gobierno, y tomando como base de partida el origen de los fondos, se da como correcto que la ANSeS afronte los pagos que exceden el marco de la contributivo y previsional. La argumentación es que el sistema se financia que paga la población en forma general y que al ser el jubilatorio un sistema de reparto, es lógico que los haberes dependen del monto que existe para repartir.

Lo que en cambio no se dice, es que esos impuestos y el 15% de la coparticipación se establecieron en la década del ´90 por iniciativa de Domingo Cavallo -quien era entonces el ministro de Economía-, para tratar de cubrir el enorme agujero que se había introducido al sistema previsional cuando las contribuciones patronales se redujeron del 33% al 20%, además de las pérdidas totales de aportes de quienes se pasaron a las AFJP y los déficits de las cajas provinciales que fueron transferidos al orden nacional, e incluso otras que aún no habiendo sido transferidas también fueron autorizadas por desviar sus enormes déficits, a lo cual se debió sumar la absorción de las pérdidas de las cajas de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad y otros sistemas, todo lo cual significó un millonario bache de las cajas, que se trató entonces de cubrir con esos aportes tanto de trabajadores y empleadores como el agregado del 15% del total de los impuestos por coparticipación.

Es decir, visto este panorama, toda esta recepción de dinero por parte de la ANSeS, constituye sólo una compensación por ingresos que le fueron sustraídos en aquellos años y gastos que se le fueron agregando, muchos de los cuales se sostienen desde esa época, y otros adicionales que fueron sumándose más recientemente, como el caso de la asignación universal por hijo y pensiones no contributivas que corresponderían ser afrontadas por el área de Desarrollo Social, el pago de computadoras que debería ser pagado por Educación y los déficits de las cajas de las FFAA y de Seguridad que corresponden a Defensa, además de otras asistencias temporarias, que llegaron a incluir desvíos para el pago del medio aguinaldo de la provincia de Buenos Aires, cuando la misma estuvo en asfixia financiera al serle retaceados fondos de parte del gobierno central, producto de la disputa política que existía en ese momento.

Pero eso no es todo, pues la caja de la ANSeS se vio también fuertemente sacudida por tener que estar en forma permanente afrontando mayores gastos por no contar con excedentes sino a través del no cumplimiento con las leyes previsionales, como lo ha ido señalando la Corte Suprema de Justicia a través de reiteración de fallos. Y también por el veto aplicado al pago del 82% móvil de los haberes jubilatorios, tal como había sido dispuesto, una situación que llevó a la acumulación de 600.000 juicios.

De tal manera entonces, el sistema previsional no es de reparto, sino de prestaciones definidas, con dos ajustes que se disponen en los meses de marzo y septiembre, de acuerdo a la disponibilidad de recursos en la recaudación. Es de esa manera, pues quien se jubila cobra no lo que existe para repartir sino una proporción del sueldo que percibía en actividad, de acuerdo a los años aportados a la Caja, con actualización por la evolución de los salarios, una ecuación que si bien está dispuesta por ley tampoco se cumple y que por lo tanto desemboca en una mayor cantidad de juicios.

Esta es entonces la situación de un tema que genera preocupación en la clase pasiva, teniendo en cuenta todo lo aquí comentado.

Autor: REDACCION

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