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Recordando aquellas antiguas farmacias

POR PEPE MARQUÍNEZ
(Segunda nota)
(Continuación)
Le paso algunos medicamentos desaparecidos o antiguos y su aplicación: Quinsana (pie de atleta), Calcigenol (calcio), píldoras Dewit (diurético), pastillas Font (a base de cocaína y mentol) ”es el mejor remedio para las afecciones de la boca, garganta y voz”, Neotrovicil, antibiótico en pastillas siendo la droga filotricina, agua de Alibour solución antiséptica, que existe en la actualidad y cuya fórmula es sulfato de cobre, sulfato de zinc y alcanfor. Debe su nombre a la existencia de una farmacia francesa con esta denominación, creadora de la fórmula. Entre los laxantes: limonada Roché, bombones Nagel, píldoras Ross, Cirulaxia y caramelos de fruta. Como purgantes encontrábamos los intomables: sal inglesa, aceite castor, aceite de Ricino y Opalino (marca de fábrica), elaborada en base a sal inglesa. Se acostumbraba a purgar a la tropa familiar dos veces al año. Todos de parabienes. Las pastillas Sucrets se recomendaban como germicida para la garganta y el Tosantil se recetaba para la tos de los niños con agradable sabor.
En el tango encontré algunos de ellos relacionados con la temática que nos ocupa: en 1916 José Martínez compuso “El termómetro” y al año siguiente Osvaldo Fresedo hizo lo propio con “Mercurio” dedicándoselo a los internos (hoy residentes) del Hospital Fernández. De estas dos versiones no se han encontrado placas ni matrices, por lo que han trascendido merced a la literatura del tango. Se los denomina “sin registro”. Discépolo nos dejó en 1929 el tango “Victoria”(1), en el cual alude a la “Emulsión de Scott” que era un complemento vitamínico elaborado en base al aceite puro de hígado de bacalao, con hipofosfito de cal y sosa, denso y con olor a pescado. Asqueroso. La letra nos dice: “gracias a Dios/ que me salvé de andar/ toda la vida atao/llevando el bacalao/ de la emulsión de Scott”; es que el frasco ostentaba una etiqueta en la cual aparecía un hombre portando un enorme bacalao sobre sus hombros. La historia es así: al personaje se le fue la mujer, se sacó de encima el bacalao, por ello canta Victoria y como se estila en estos casos, le da las gracias a Dios.
En 1865 el médico británico Joseph Lister realizó en Londres la primera intervención quirúrgica en condiciones antisépticas, utilizando ácido fénico. Hoy se lo usa para combatir la halitosis, con propiedades anticaries y en forma de enjuague bucal. De allí proviene la marca de fábrica Listerine.
Para terminar con las farmacias antiguas de Buenos Aires, encontramos a “Brancatto” de Florida 620, cuyo titular era José Antonio Brancatto, estudiante de veterinaria. Hoy en la vereda que ocupaba la farmacia existe una placa recordatoria que la identifica, lo que da la pauta de la importancia y popularidad de la marca. Allí se elaboraba la famosa Gomina Brancatto, mucílago en base a tragacanto de Persia, goma arábiga y diferentes esencias. Gomina era marca de fábrica y aquí se produjo también la lexicalización de la misma o sea la marca suplantó al objeto. Lo mismo ocurrió verbigracia con Trafic por mini bus, Savora por mostaza, Gillette por hoja de afeitar y Curita por banda elástica. En Uruguay champion por zapatilla.
Gomina era la marca del producto que fabricaba Brancatto y los demás eran fijadores para el cabello. Tenía color guinda y se presentaba en frasco de vidrio con tapa de aluminio. Se la colocaba sobre las manos y se la pasaba sobre el cabello dejándolo duro y brillante. Al que la usaba se lo llamaba “engominado” o “peinado a la cachetada”, por lo general estos personajes y como se estilaba en esa época, caminaban silbando tango. El silbido callejero desapareció. Fue tan importante la denominación (Gomina) que quedó reflejado en varios tangos: Dandy, Bailarín compadrito, Niño bien, Pato, Tiempos viejos (“te acordás hermano/ qué tiempos aquellos/ eran otros hombres/ más hombres los nuestros/ no se conocía coca ni morfina/ los muchachos de antes no usaban gomina”).También se puso en escena en 1938 la obra de teatro “Los muchachos de antes no usaban gomina”, protagonizada por Santiago Arieta y Florencio Parravicini y en la remake de 1969 fueron los actores principales Rodolfo Bebán, Osvaldo Miranda y Susana Campos. Es extremadamente curioso, como un vocablo que es marca de fábrica haya contaminado tanto nuestro lenguaje, contaminación que es buena, habida cuenta que enriquece y amplia el mismo.
Los dentistas recetaban para el dolor de muelas buches con infusión de coca, igualmente Laboratorios Merck elaboraba también y destinado a usos odontológicos y extracciones de muelas un medicamento en base a cocaína con propiedades anestésicas. De allí proviene en el lenguaje jergal el término “merca” con que se designa a esta droga, la que se comercializa ilegalmente. En 1916 Vicente Greco compone el tango “La muela cariada” (sin registro).
(1) Tango festivo: Sugiero versiones:
Carlos Gardel: https://www.youtube.com/watch?v=0DE99lrrh_E
Edmundo Rivero: https://www.youtube.com/watch?v=3Vn1aedjRLY
Continuará.

Autor: REDACCION

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