Sociales

Recordando al amigo Amado A. Raspo

El 8 de julio pasado produjo un generalizado pesar en esta ciudad y poblaciones vecinas, el deceso del escribano Amado Aristeres Raspo a los 88 años de edad.

Había nacido en San Guillermo, cursó la enseñanza secundaria en el ex Colegio Nacional de Rafaela (ahora Nº 428). Ocupó cargos en el Colegio de Escribanos en la sede de Rafaela. Durante nueve años ejerció su profesión en la vecina localidad de Humberto I.

Para destacar, es que egresó de la Universidad Nacional del Litoral en la capital provincial con gran sacrificio, pues mientras estudiaba trabajaba en la Escribanía de José Berzero de nuestra ciudad.

Gran lector, transmitió sus amplios conocimientos en interesantes notas publicadas en este diario durante varios años.

Era un ser humano amable, de conversación amena (durante muchos años compartimos la mesa del café La Gloria) y muy generoso. De esta cualidad dan testimonio sus cinco nietos. Cada uno recibió en donación un lote de terreno, con una condición: que a fin de año le rindieran cuenta de sus actividades.

Había sido maestro del contador Jorge Ghiano y al terminar la enseñanza primaria, preguntó a la madre de aquél qué haría, “trabajar para ayudarme”, fue la respuesta. “No!”, Raspo le rogó que hiciera sacrificios porque su hijo Jorge tenía condiciones para una vida de gran futuro.

Se trata de una apretada síntesis de un muy querido Amado Raspo que deja el legado de ejemplo de vida, honradez y generosidad.

Autor: REDACCION

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