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Rechazó la presencia de iraní en Nicaragua

BUENOS AIRES, 12 (NA). - Tras las duras críticas de la oposición y del pedido para que el canciller Santiago Cafiero se presente a dar explicaciones en el Congreso, el Gobierno salió a rechazar oficialmente la presencia de uno de los acusados por el atentado terrorista a la AMIA en la ceremonia de reasunción de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua.
A través de la Cancillería, la gestión de Alberto Fernández se refirió al funcionario iraní Mohsen Rezai y sostuvo que "su presencia en Managua constituye una afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)".
"La República Argentina expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega", afirmó la cartera que dirige Santiago Cafiero.
Y finalizó: "El Gobierno argentino exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes".
La Argentina estuvo representada en el acto de reasunción de Ortega por el embajador Daniel Capitanich, quien, según fuentes de la Cancillería no compartió actividad alguna con Rezai.
El dirigente persa está acusado por la Justicia argentina de haber sido uno de los jerarcas militares que autorizó el plan para llevar a cabo el atentado, que se ejecutó el 18 de julio de 1994 y que dejó un saldo de 85 víctimas fatales y centenares de heridos, por lo que pesa sobre él una alerta roja de Interpol.

EXIGIÓ LA AMIA
La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) exigió al Gobierno que "explique" por qué Daniel Capitanich, el embajador argentino en Nicaragua, "no se retiró" de la ceremonia de reasunción del presidente Daniel Ortega, al enterarse de que también estaba allí un funcionario iraní buscado por la Justicia en la causa por el atentado terrorista de 1994.
"A casi 28 años del atentado contra su sede, AMIA reitera su irrenunciable compromiso con la búsqueda de Justicia y con el reclamo para que los responsables del crimen de lesa humanidad ejecutado sean juzgados con las garantías constitucionales que establece la ley de nuestro país", precisó la entidad judía.
La AMIA a través de un comunicado oficial sostuvo que "en lo que constituye un nuevo agravio a la memoria de las víctimas fatales del atentado y una inadmisible afrenta a la Justicia argentina, el acusado de ser partícipe intelectual de la masacre en la que fueron asesinadas 85 personas compartió la ceremonia con el embajador argentino Daniel Capitanich, quien no se retiró del lugar ni dio aviso a las autoridades de tan grave situación".

Autor: REDACCION

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