Ariana Grande tenía previsto actuar en el O2 de Londres el jueves. "Destrozada. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras", escribió la cantante en Twitter. El atentado provocó reacciones de repulsa en todo el mundo. La reina Isabel II de Inglaterra lo describió como un "acto de barbarie" y "Su Santidad, el papa Francisco, quedó profundamente entristecido", afirmó el Vaticano.
La primera ministra alemana Angela Merkel expresó su "tristeza y horror", y el presidente ruso Vladimir Putin habló de atentado "cínico e inhumano". El presidente de Estados Unidos Donald Trump condenó enérgicamente en Belén el atentado, perpetrado, según él, por "perdedores maléficos".