Editorial

Rafaela y el sida

Hace poco, el primer día de diciembre y con motivo de la conmemoración del "Día mundial de la lucha contra el sida", merced a una entrevista exclusiva con el médico Roberto Vitaloni, quien además de ocupar la dirección del hospital "Jaime Ferré" es quien todos estos últimos años estuvo personalmente al frente de lo relacionado con la enfermedad del sida, siendo por lo tanto un experto y muy profundo conocedor del tema, es que los rafaelinos pudimos conocer numerosos aspectos que hacen a la situación existe en nuestra ciudad.

La novedad principal no fue de ninguna manera auspiciosa, ya que los casos de sida están yendo en constante aumento en este último tiempo, pues de mantenerse estables en alrededor de 40 durante varios años, en 2008 lamentablemente se avanzó a 58 -incluyendo 16 pacientes que estaban siendo supervisados-, mientras que ahora sobre fines de 2011 los casos contabilizados en forma segura son 80, aunque en realidad es altamente probable que sean muchos más, tanto por el subdiagnóstico como por aquellos que consultan fuera de Rafaela.

Una frase que impactó, al punto de ser utilizada para el título de esa nota, fue "hay que volver a los valores de familia es nuestra responsabilidad", lo cual constituye un indicativo muy claro en este tiempo de un visible avance de la promiscuidad, que es justamente el mayor motivo de contagio y por lo tanto ampliación de la enfermedad. Es que aún con el gran avance que se ha tenido desde el punto de vista de la investigación científica, con tratamientos que permiten que los pacientes sean ambulatorios y no deban ser internados, excepción hecha de aquellos con alto grado de avance de la enfermedad, el método más eficaz y prácticamente único sigue siendo la prevención. Algo tan sencillo como el uso del preservativo para las relaciones sexuales, es la mejor barrera de contención para el desarrollo del sida. Así de simple.

Además de los grupos de riesgo que existen desde siempre, es decir, de la década del ´80 cuando apareció lo que inicialmente se denominó "la peste rosa" y que parecía una enfermedad circunscripta solamente a los homosexuales, desde la disponibilidad del viagra, se incorporó al escenario un sector de hombres mayores que parecían estar resguardados. De tal modo lo expuso el doctor Vitaloni, y además, por su conocimiento directo en el tema, con casos que han aparecido aquí en Rafaela, a los bien puede definirse como víctimas de "la ola azul", por el color de la pastilla que permitió recuperar o bien mejorar la función sexual a hombres mayores.

Queda en evidencia, por las referencias y también por los datos suministrados, que de ninguna manera Rafaela es una excepción dentro de la perspectiva nacional que tiene el sida, sino que por el contrario encaja perfectamente dentro de los promedios de las estadísticas. Es que mientras en el mundo hay 34 millones de personas enfermas de sida, aquí en la Argentina los casos oficialmente conocidos son 110.000, con una proporcionalidad que a nuestra ciudad la ubica entonces con los 80 pacientes reconocidos.

El continente africano es el lugar de mayor cantidad de infectados en el mundo con el 70% del total, mientras que tomando la referencia de países, Sudáfrica con 5,6 millones encabeza la triste nómina. Los muertos por la enfermedad en 2010, en todo el mundo, ascendieron a 1,8 millón de personas, habiendo sido en cambio en nuestro país de 2.900, mientras que aquí en Rafaela este año hubo una persona fallecida por el sida, habiendo llegado al Hospital local con un cuadro muy avanzado.

Además de lo expuesto, Vitaloni ubicó a la promiscuidad como el denominador común de la mayoría de los casos, siendo un problema todavía mayor debido a que la persona promiscua no se reconoce como tal y por lo tanto no recurre a una estricta prevención como debería ser, a lo cual debe añadirse el remanido pensamiento de que eso le ocurrirá a otra persona pero no a mí, y que termina siendo fatal en cuanto a las consecuencias, tratándose entonces de una problemática de características culturales, ya que -según sostuvo durante la entrevista- "si el aumento de enfermos de sida fuera directamente proporcional a la promiscuidad tendríamos los hospitales llenos".

Con relación a los grupos homosexuales, que fueron los primeros en tomar precauciones, en este momento con la aplicación de terapias y el mejoramiento de la calidad de vida, además de no ser más una enfermedad mortal, se distendió en exceso, lo cual es advertido a nivel local.

Un panorama sin dudas trazado con prolijidad, el cual debe servir para reflexionar y adoptar las medidas que correspondan, especialmente desde el núcleo familiar.

Autor: Redacción

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