Locales

Rafaela, la ciudad de los polos positivos

A sus 143 años, Rafaela revalida una y otra vez aquella denominación "Perla del Oeste" santafesino que supo acuñar en la década del 20 en las páginas de diario LA OPINIÓN. A partir de su espíritu emprendedor y de forjadores que dejaron su huella en todos los ámbitos, la ciudad hoy se muestra como un polo de desarrollo regional de la industria, el comercio, la producción agropecuaria, la cultura y la educación superior.

Básicamente, Rafaela es un polo agroindustrial, un polo exportador, un polo universitario, un polo cultural y un polo deportivo por su historia con el automovilismo, el fútbol, el básquet y sus protagonistas.

En sus comienzos fue una colonia cuando 11 familias se instalaron en la llanura salvaje que aún no conocía el arado. Con el paso de los años, creció hasta ser un pueblo floreciente, en especial por el empuje de las locomotoras de los trenes que surcaban las vías de la región. Hasta que llegó a ser ciudad cuando un censo demostró que más de 8.000 personas vivían en el centro urbano. Con ese documento, el 26 de enero del año 1913, el gobernador de la provincia Manuel Menchaca, firmó el decreto que declaraba a Rafaela como ciudad.

Desde ese momento, surgieron instituciones de gobierno como el Concejo Municipal y la Intendencia. Precisamente, Manuel Giménez fue el primer intendente designado por el propio Menchaca.

El Censo Nacional del 2022 dejó en evidencia que Rafaela cuenta con una población de 102 mil habitantes. Es decir que en 111 años, se multiplicó por 12. De 8.000 habitantes en 1913 a 102.000 en 2024, con cada vez más edificios de altura que recortan el horizonte de los campos.

Fundada por Guillermo Lehmann -en realidad no hay acta de fundación, sino que hubo un proceso de formación a medida que se instalaban los inmigrantes-, la pujante colonia Rafaela fue creciendo para convertirse, con el transcurrir del tiempo, en uno de los centros poblacionales más importantes de la provincia. En tal sentido, según el Censo del 2022, solo tres ciudades santafesinas superan la cantidad de 100 mil habitantes: Rosario, Santa Fe y Rafaela, que más allá de las crisis que marcan la historia argentina se las ingenió para no perder su carácter de progresista y abonada a la pujanza.

Ahora, tras cumplir un nuevo aniversario, es necesario continuar en busca de cumplir objetivos y trazar nuevos desafíos destinados a garantizar calidad de vida a sus habitantes. ¿Quién no quiere ser feliz?

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web