"Para mí siempre es un placer volver a Rafaela", dice desde su oficina en Buenos Aires Jorge Castro, el periodista especializado en política y economía internacional que el próximo jueves brindará una conferencia en esta ciudad sobre la Argentina y el escenario mundial en el marco de la asamblea de la Cámara de Comercio Exterior (CaCEx). Si bien obtuvo su título de abogado en la Universidad de Buenos Aires, se vinculó rápidamente con los medios de comunicación por lo que ejerció el periodismo y además se desempeñó como docente universitario y consultor. Con el sustento de su amplia trayectoria, el jueves desde las 19 en el Centro Comercial e Industrial disertará nada más y nada menos que sobre los "Desafíos de la Argentina en el Contexto Internacional".

Castro entregó una definición ambiciosa sobre Rafaela a la que consideró como "un ejemplo de la Argentina posible" desde la perspectiva de integración entre campo e industria. "Rafaela es un ejemplo de la Argentina posible en el sentido de la vinculación entre la producción agroindustrial, la producción agroalimentaria y el desarrollo industrial manufacturero que tiene más de 100 años de historia", afirmó. 

En esta entrevista repasa los temas que dominan la agenda nacional en este momento, desde Vaca Muerta hasta el poder de la soja y la "reinserción argentina en el sistema internacional" que deja atrás diez años de una suerte de aislamiento. 

-¿Cuáles serán los ejes de la charla que brindará en esta ciudad?

-Lo esencial de la disertación será mostrar lo que sucede en la economía argentina en este 2014 en el contexto regional y mundial. Lo más importante a tener en cuenta es que la cosecha de granos de la Argentina este año vale en el mercado mundial, con los precios de los últimos seis meses, más de 50 mil millones de dólares. La razón de este precio récord de las exportaciones argentinas es la creciente demanda china. De modo que se da esta situación paradójica pero muy reveladora. En el mismo año en que hay cosechas récords de granos encabezados por la soja en Estados Unidos, Brasil y la Argentina el precio de la soja adquiere un nivel récord histórico. Es el resultado de la demanda asiática liderada por China, y la Argentina y Brasil son los proveedores principales de commodities granarios, especialmente los granos fundamentales del ganado y de alimentación animal en China, que son la soja y la harina de soja. Esto es lo que le otorga a la Argentina una inserción internacional de gran solidez en este 2014. A esto hay que sumarle que Vaca Muerta en Neuquén se ha transformado en un centro de gravedad de la producción gasífera mundial. La magnitud de los yacimientos de shale gas y de shale oil de Vaca Muerta a esta altura es conocida a nivel mundial. Estos yacimientos son los segundos yacimientos más importantes del mundo en materia gasífera después de los Estados Unidos. Y además lo que le otorga especial relevancia a la producción de shale oil y shale gas es el estallido de la crisis de Medio Oriente. A partir del colapso de los estados territoriales del Levante Arabe, esto es Siria, Irak y el Líbano. Y lo que más impacta en el mercado mundial de commodities, en particular en lo que se refiere a producción petrolera. Esto le otorga a la producción de gas de Argentina una trascendencia especial que tiene que ver con el cambio en las condiciones mundiales en torno a la seguridad.

-¿Entonces la soja y el petróleo son las razones para que en estos días los presidentes de Rusia y de China hayan visitado el país?

-Sí. Sucede que desde el mes de noviembre del año pasado hay un giro de 180 grados en el gobierno de la Presidente Cristina Kirchner, orientándose a reinsertar al país en el plano internacional después de 10 años de aislamiento. Lo más importante en este sentido es el acuerdo con Repsol para pagarle la indemnización debida por la expropiación de sus acciones en YPF. Lo segundo es el acuerdo con el Club de París, al que ya se ha arribado. Y lo tercero es la aceptación de las negociaciones para pagar la deuda con los acreedores holdouts en los Tribunales de Nueva York.

En este contexto se ubica la reaparición en la Argentina de mandatarios internacionales que estuvieron ausentes del país en los últimos diez años y que comienzan a venir y en número significativo. Ya pasaron los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China este fin de semana, Xi Jinping. En septiembre vendrá el mandatario español, Mariano Rajoy. En este sentido, la Argentina está reingresando al sistema internacional y esto es un elemento de extrema importancia porque permite poner en valor sus extraordinarios recursos en materia de producción de agroalimentos y de energía. 

-De todos modos la cuestión de la seguridad jurídica es un obstáculo para la inversión extranjera. En particular la restricción para girar dólares al exterior en concepto de utilidades.

-La Presidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Axel Kicillof, dictaron en diciembre un decreto de necesidad y urgencia con el que establece un estatuto especial para la inversión trasnacional en Vaca Muerta cuando superan los mil millones de dólares. Comprende además la posibilidad de que las empresas que inviertan en Vaca Muerta en esa escala puedan sacar del país las ganancias de su producción. Y que en caso de conflicto con el Gobierno y alguna de las grandes empresas trasnacionales pueden recurrir a tribunales del exterior, de París o de Luxemburgo. Lo que está ocurriendo en Vaca Muerta, de alguna manera, muestra el camino de lo que ocurrirá en Argentina en los próximos diez años. 

-En Rafaela hay un importante cantidad de empresas que venden al exterior. ¿Qué pueden esperar?

-Han bajado las exportaciones industriales de la Argentina. Es verdad. El único sector significativo que exporta es la industria automotriz. Lo hace fundamentalmente a Brasil, más del 80 por ciento de la producción de vehículos tiene ese país como destino. En este sentido, lo que hay que advertir es que hay un problema de fondo en la industria manufacturera en general de la Argentina en el sentido de adquirir niveles de competitividad y de productividad que les permita competir, esto es exportar en el mercado mundial. Pero las expectativas son favorables para la agroindustria en especial. 

-Las restricciones a las importaciones no ayudaron. 

-Acá lo que ha ocurrido y sigue pasando, es que el gobierno estableció un sistema de control de cambios y de las importaciones a partir de octubre de 2011 para frenar la salida masiva de capitales, la denominada fuga de capitales, la cual se transformó en una crisis cambiaria en diciembre y enero últimos. Se logró resolver a través de una devaluación y de un extraordinario ajuste de las tasas de interés que realizó el Banco Central. En el sentido de aumentar las tasas de interés en una semana del 14 por ciento al 30 por ciento, y de esta manera mientras sumergía al país en el actual proceso recesivo frenó la corrida cambiaria. 

-¿Y cuál es su visión sobre el futuro?

-El futuro es lo esencial del presente, la producción agroalimentaria que vale en el mercado mundial más de 50 mil millones de dólares es de este año. En Vaca Muerta ya hay 100 pozos en explotación y más de seis mil millones de dólares en inversión. Esto no es el futuro, es el presente. Hay problemas pero también hay oportunidades.