Suplemento Economía

Rafaela Emprende: el programa para apoyar a los emprendedores

NOTA I


El Programa “Rafaela Emprende” surgió a través de un trabajo compartido entre el Gobierno local y las principales instituciones ligadas al sector productivo de Rafaela. Es así como el Municipio, la agencia ACDICAR y el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región trabajaron articuladamente en el diseño de un Programa de asistencia integral a emprendedores, donde participan tutores, capacitadores, asistentes técnicos y mentores.

Para avanzar en la implementación fue fundamental el apoyo de diversas instituciones de nuestra ciudad, entre las cuales se encuentran la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Rafaela, Universidad Católica de Santiago del Estero, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, ITEC Rafaela, INTI Rafaela y Fundación Potenciar. De la misma manera, participan del Programa otras organizaciones como Endeavor, Junior Achievement y Fundación Empretec.

La edición 2012 del programa “Rafaela Emprende” cuenta con 45 emprendedores que buscan un respaldo para hacer crecer sus proyectos.


IMPORTANCIA DE

CREAR EMPRESAS


Trabajar en la creación de nuevas empresas otorga ventajas competitivas estructurales en el desarrollo de un territorio. Audretsch y Thurik (2001) demuestran, para un conjunto de países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que aumentos en la actividad emprendedora en general, y en actividades basadas en conocimiento en particular, tienden a resultar en un mayor crecimiento económico.

Asimismo, experiencias en otros países evidencian también que existe una relación positiva entre creación de empresas y crecimiento económico, generando un mayor efecto multiplicador en la economía local ya que las empresas grandes con frecuencia, eligen remitir las utilidades al exterior o a sus casas matrices. (Reynolds, Storey y Westhead, 1994, mencionan las experiencias de EEUU y otros países de la OCDE. En Kantis 2004 se exponen además los resultados en el Este de Asia).

Bajo este marco, el fenómeno emprendedor puede explicarse desde distintos enfoques teóricos: económicos, psicológicos, socioculturales o institucionales y gerenciales. En los últimos treinta años, las teorías han evolucionado desde aquellas que indagaban los aspectos personales de los empresarios, hacia otras en las que se analizan los factores sociales, regionales, culturales, personales y económicos que intervienen en el proceso.

A pesar de los avances teóricos y empíricos de las últimas décadas a nivel mundial, poco se conoce acerca de las características y particularidades de este fenómeno en Argentina y en América Latina. El fomento de creación de empresas y empresarios constituye una asignatura pendiente para la política pública y la investigación en la región donde recién se están dando los primeros pasos.


FACTORES CLAVES

Para comprender el fenómeno emprendedor se debe analizar en forma sistémica los diferentes factores que inciden en el desarrollo de nuevas empresas y que han sido considerados por autores como Kantis (2004), Reynolds, Storey y Westhead (1998). A continuación se exponen en forma desagregada cada uno de ellos:

• Condiciones socio-económicas: en primer lugar, el nivel de ingreso personal incide en el consumo de la población y disminuye la demanda agregada, con probabilidades de un exceso de oferta de algunos productos. Los artículos que se ven más afectados cuando este ingreso disminuye, son aquellos con mayor grado de elaboración. A su vez, resultados macroeconómicos favorables y la creación de un entorno estable es fundamental para la creación de empresas. Es decir, variables como la tasa de crecimiento del PBI, el nivel de inflación, la tasa de interés y los precios relativos, afectan el tipo de empresas que se crean, las actividades a las que se dedican y su tamaño.


• La cultura: para el desarrollo de nuevas empresas es fundamental que exista espíritu de emprendedor y de toma de riesgos. También es necesario que se superen aquellos prejuicios del ámbito social, educacional e institucional; el hecho de que la sociedad no considere que las actividades empresariales son una auténtica profesión, hace que muchas personas descarten esta opción de vida. Por otra parte, el miedo al fracaso y al ser señalado genera ambientes menos propicios para el desarrollo natural de habilidades emprendedoras.


• El sistema educativo: es uno de los ambientes más influyentes sobre el desarrollo de las personas. Tradicionalmente se enfoca en la formación de ejecutivos, funcionarios y burócratas, con salida laboral en organizaciones grandes y pesadas. Este sistema se conserva por la existencia de adeptos y perseguidores, individuos con aversión al riesgo que buscan seguridad. A su vez, el énfasis está dado en los conocimientos técnicos dejando de lado las virtudes humanas. El hecho de que la orientación no vaya en la dirección del desarrollo emprendedor, hace que en el ambiente cultural se formen patrones menos favorables para la generación de nuevas empresas.


• El sistema productivo: en este ámbito se potencia la aparición de nuevos empresarios a partir de sus experiencias laborales, el surgimiento de nuevas ideas y de unidades productivas. Permite que exista mayor desarrollo en el conocimiento y en las capacidades de los individuos, en la medida en que se facilite a los trabajadores el ser parte en la toma de decisiones y se les proporcione mayor acceso a la información e interacción con las diferentes áreas de la empresa. De allí que el sistema productivo puede entenderse como un ambiente de desarrollo emprendedor, que genera innovaciones y actitudes creativas. Las barreras de entrada (el tamaño de los mercados y la organización del sistema productivo) son factores importantes que ofrecen límites a la formación de negocios, a la tasa de natalidad de nuevas empresas y al desarrollo emprendedor en general.


• La creación de redes de competencias interempresariales unifica los esfuerzos de las empresas para definir objetivos comunes por medio del trabajo y el aprendizaje conjunto. Al igual que las redes sociales e institucionales, permite que exista movilización de recursos, de información y de apoyo. Cuando los lazos de confianza son más débiles, la disponibilidad de capital social disminuye, traduciéndose en menores posibilidades de obtener beneficios del entorno empresarial.


• Cualidades emprendedoras: están influenciadas por la cultura, el sistema educativo, y el ambiente en general en que habita el individuo. Incluyen características personales deseables tales como: liderazgo, independencia, creatividad, autonomía, capacidad de tomar riesgos, capacidad de generar riqueza, dar soluciones en lugar de problemas, flexibilidad, capacidad de gestión, cooperación, entre otras


• Acceso a recursos: se hace referencia a la disponibilidad y la calidad de los recursos necesarios para iniciar una empresa. Entre ellos se incluyen: recursos humanos capacitados para desempeñarse en las diferentes áreas, disponibilidad y costo de los recursos financieros, acceso a materias primas a través de la cadena de proveedores y por último, la infraestructura para facilitar la movilidad de esos recursos o factores. Es deseable que los emprendedores accedan a estos recursos y que los mismos se encuentren adecuadamente desarrollados y así evitar demoras, gastos y otros costos de transacción que dificulten la creación de empresas.


• Marco regulatorio: es fundamental la existencia de las normas y políticas que organicen y agilicen la creación de empresas, redes y permitan el aprovechamiento de las oportunidades existentes.


Todos estos factores pueden facilitar o dificultar el desarrollo emprendedor en las diferentes etapas. En cada factor están involucrados todos los actores de la sociedad, por lo que el trabajo debe ser conjunto y debe ser asumido tanto por el sector público como el privado.

Por lo tanto, en el fenómeno empresarial están incluidos tanto el ser humano o líder empresarial como su ambiente. Las características del mismo determinan diferentes desempeños del mercado financiero, del desarrollo tecnológico, de la investigación y desarrollo y su transferencia, de la infraestructura, de la gestión administrativa, de los mercados laborales, de las instituciones, de las políticas y programas gubernamentales, de la educación y capacitación, de la infraestructura comercial y legal y de las normas sociales y culturales, en función a los cuales tendrá lugar la formación nuevas empresas.

Autor: Diego Peiretti

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