Editorial

Radiografía salarial

Aún cuando luego de seis meses es muy probable que los datos existentes se hayan modificado, la divulgación del área de Seguridad Social a septiembre de 2011 es la última que se tiene conocimiento respecto a la evolución del salario, tomando las declaraciones juradas que hacen las empresas con relación a su personal. Hasta ese entonces había 7,1 millón de trabajadores registrados -es decir, en blanco-, de los cuales el 55%, alrededor de unos 4 millones, recibe haberes mensuales por debajo de los 4.000 pesos, mientras que el 75% del total tiene salarios por debajo de 6.000 pesos en bruto.

Se incluye en el análisis tanto a trabajadores del sector privado como del público, los cuales están sujetos a aportes, por lo que al serles aplicados los mismos, sumando el 17% -11% por jubilación y 6% por salud-, el promedio que estarían cobrando esos asalariados es de 3.320 pesos mensuales. De todos modos, a ese haber, en muchos casos, se debería agregar lo que perciben por en concepto no remunerativo, como así también el salario familiar por hijos menores que tienen salarios de hasta 5.200 pesos, con lo cual llegamos entonces a la conclusión que el 55% del total de 7,1 millones de trabajadores, tienen un ingreso de bolsillo de 4.000 pesos.

Otro dato a tener en cuenta, convertido en uno de los motivos de confrontación entre el Gobierno y la CGT, es que todos aquellos trabajadores que tienen un ingreso por sobre 7.000 pesos, tienen que afrontar retenciones por el impuesto a las Ganancias.

En cuanto al "promedio conformado", que incluye el sueldo básico más los adicionales, y que regían con la vigencia de los convenios a septiembre de 2011, arrojaban para algunos rubros los siguientes salarios: 3.486 pesos en la construcción, 3.728 en textiles, 4.612 pesos en calzado y en los metalúrgicos, de acuerdo con cada rama, oscilando entre 3.921 y 4.719 pesos. Estas cifras, en consecuencia, explican en gran medida los planteos formulados por los sindicatos respecto al reclamo salarial para este año, que oscila alrededor del 25% con la salvedad de volver a tratar el tema a mediados de año, considerando los efectos erosivos causados por la inflación.

Si complicada es la situación de los trabajadores que están en blanco, que disponen de mayores remuneraciones y además de todas las ventajas adicionales, como obra social y vacaciones, lo es más todavía la de aquellos que no se encuentran registrados -en negro como se los ubica más directamente-, con haberes que se estima se encuentran en promedio del 30% por debajo de lo establecidos en los convenios.

De acuerdo con la consideración de los asalariados por tramo de remuneración sumando como referencia los 7,1 millón de empleados en blanco y lo 4 millones en negro, habría al menos 1,3 millón de ellos que tienen sueldos brutos inferiores de 2.000 pesos mensuales, incluyéndose entre ellos a quienes tienen contratos por pocas horas, trabajo de tiempo parcial, o perciben el jornal mínimo. Muchos de esos casos se conocen como "trabajadores en gris", pues las empresas declaran un sueldo bajo, con lo cual logran que figuren registrados, completando haberes con pagos en negro.

Yendo al otro extremo, trabajadores que ganan por encima de los 7.000 pesos hay 1,4 millón en tales condiciones, quienes tras los descuentos de previsión y salud, además de la retención por pago de impuesto a las Ganancias, les significa en los haberes medio-altos una resignación del 10% del ingreso bruto, aunque en algunos otros casos suele alcanzar un porcentaje todavía más abultado.

Algunos otros aspecto que surgen de estas estadísticas, dan cuentan por ejemplo que los sectores agropecuario, comercio, construcción, actividades inmobiliarias y enseñanza, son los que cuentan con los salarios más bajo de todo el conjunto, y que en general las mujeres tienen remuneraciones más bajas que los hombres, ante el desempeño de una misma tarea. Se aclara que dentro de la estadística no se encuentra incluido el servicio doméstico con aportes.

Una de las conclusiones a las que puede llegarse, tomando valores tanto de ingresos como de egresos a septiembre pasado, es que gran parte de los jefes de familia que trabajan, tanto en blanco como en negro, no alcanzan a contemplar el gasto que significa la canasta de la pobreza, que en ese entonces estaba en el orden de los 3.132,62 pesos.

Autor: Redacción

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