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Quiebra de Thomas Cook

LONDRES, 24 (AFP-NA).- Cientos de miles de viajeros desconcertados veían sus vacaciones arruinadas este lunes, muchos a la espera de ser repatriados en una operación sin precedentes desde España, Cuba y otros destinos turísticos, tras la brutal quiebra del histórico turoperador británico Thomas Cook.

En el aeropuerto londinense de Gatwick, James Egerton- Stanbridge, de 45 años, y su esposa Kim, de 60, descubrían que el viaje a Egipto que reservaron hace un año fue cancelado durante la noche a raíz de la bancarrota anunciada repentinamente de madrugada.

Las escenas eran similares en aeropuertos de todo el mundo, como el español de Palma de Mallorca, donde agentes del gobierno británico vestidos con chalecos amarillos ayudaban a los turistas desorientados.

En el archipiélago español de Baleares había entre 25.000 y 30.000 clientes británicos de Thomas Cook, que empezaron a regresar en los aviones movilizados por la Autoridad de Aviación Civil (CAA), en la mayor operación de repatriación organizada por el Reino Unido en tiempos de paz.

Bajo el apelativo "Operación Matterhorn", las autoridades fletaron unos 40 aviones y se preveía 1.000 vuelos en una operación para repatriar a 150.000 viajeros británicos que podría costar hasta 100 millones de libras. Pero sumando todos los destinos y nacionalidades, Thomas Cook tenía a unos 600.000 turistas de vacaciones en numerosos países y sólo los británicos entraban en la gran repatriación organizada por Londres.

La noticia podía tener también dramáticas consecuencias para los 22.000 empleados de Thomas Cook en todo el mundo, 9.000 de ellos en un Reino Unido cuya economía ya se ha visto sacudida por el Brexit.


 

Autor: REDACCION

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