Editorial

Proyecto sobre "alcohol cero"

La inseguridad vial ha desencadenado por décadas tragedias viales que, si bien nos marcan a fuego y quedan grabadas en la memoria colectiva, no parecen tener la fuerza suficiente para impulsar reformas que mejoren el ecosistema de tránsito con acento en el cuidado de la vida. Rutas en mal estado por falta de inversión en un país acostumbrado a vivir en crisis, falta de controles, una legislación que cambia en cada provincia y no hace otra cosa que confundir y el incumplimiento de las normas de tránsito por parte de los usuarios constituyen un combo que puede ser letal. 

En el capítulo de las responsabilidades individuales, se ubica el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los conductores, lo que aumenta significativamente el riesgo de que se produzcan accidentes de tránsito. Lamentablemente siempre hay casos recientes, que nos generan sensaciones de dolor y bronca a la vez porque se trata de situaciones evitables. El pasado 2 de abril la mezcla de alcohol y alta velocidad provocó muerte. Fue en Lanús cuando cinco jóvenes que transitaban a bordo de un vehículo Audi por encima de los límites de velocidad impactaron contra una columna de alumbrado, lo que causó la muerte de dos hermanas de 22 y 26 años de edad. Los ocupantes del vehículo subieron imágenes a redes sociales que habrían sido registradas pocos minutos antes del choque, dentro del mismo Audi, que los muestra cantando, bailando y tomando alcohol en vasos de vidrio. 

En Rosario, el 26 de marzo último dos amigos que corrían una picada en auto en una avenida urbana a más de 130 kilómetros por hora embistieron a un vehículo en el que viajaba una familia. A causa de la violenta colisión, murieron un hombre de 42 años y su pequeño hijo de 8, a la vez que la mamá del menor sufrió lesiones graves. En este caso, los análisis determinaron que los conductores que no cumplieron las normas no habían consumido alcohol ni drogas. 

En este marco, en la Cámara de Diputados de la Nación hay un proyecto de ley de "alcohol cero al volante", que tiene como objetivo reducir la siniestralidad vial en todo el país. La iniciativa, que es impulsada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), apunta a prohibir que los conductores de todo tipo de vehículos circulen con cualquier concentración de alcohol en sangre superior a cero.

De acuerdo a informes del Observatorio Vial de la ANSV, los jóvenes de entre 15 y 35 años son las principales víctimas de los siniestros viales, y el alcohol es uno de los principales factores, ya que está presente en uno de cada cuatro accidentes. Con el proyecto, se busca dejar en claro que a la hora de conducir estamos asumiendo una responsabilidad y que, cuando ocurren los siniestros, es por factores que van mucho más allá de hechos fortuito. El consumo de alcohol antes de conducir incrementa mucho las posibilidades de producir siniestros fatales, por eso como sociedad debemos darnos la oportunidad de debatir esta ley de alcohol cero al volante, que tiene el potencial de salvar muchas vidas, sobre todo entre los más jóvenes, aseguró el ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, a la hora de fundamentar el proyecto. 

Actualmente son siete las provincias en las que rige el alcohol cero: Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz, mientras que en otras provincias se está avanzando para que rija la misma medida en sus territorios, como es el caso de Buenos Aires. También rige el alcohol cero en las ciudades de Mar del Plata, Neuquén, Ushuaia, Río Grande, Posadas y Moreno, a las que ahora se suma Rosario. El alcohol está presente en 1 de cada 4 siniestros viales con víctimas fatales.

En Rosario fue aprobado recientemente el proyecto de alcohol cero al volante, luego de ser debatido en el Concejo Municipal para modificar el Código de Tránsito. La iniciativa prohíbe toda concentración de alcohol en sangre para los conductores de cualquier tipo de vehículos motorizados que circulen por la vía pública. Es la tercera ciudad santafesina en aplicar esta medida, junto con Santa Fe y Pueblo Esther.

Un relevamiento de la Dirección Nacional de Observatorio Vial, durante una investigación que se presentó en marzo de 2019 y que analiza los controles de alcoholemia en la Argentina entre 2016 y 2018, señalaba que el 94% de los conductores sabe que conducir después de haber tomado alcohol es peligroso o muy peligroso. Pero aún conociendo los riesgos, 1 de cada 10 conductores reconoció que en el último mes manejó después de haber consumido alcohol. Claro que esa falta de conciencia real sobre los riesgos tiene sus consecuencias: la inseguridad vial es la principal causa de muerte entre los jóvenes de la Argentina y causó en total 5582 muertes en 2016; 5611 en 2017; y 5472 en 2018, según la ANSV.







Autor: REDACCION

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