Argentina continúa siendo uno de los países donde la tasa de mortalidad a raíz de accidentes de tránsito es una de las más altas del mundo, lo que obliga a las autoridades a buscar soluciones para revertir esta triste realidad. El deterioro de la infraestructura vial, el aumento del parque automotor que obliga a prestar mayor atención en las calles y rutas, el incumplimiento de las normas de tránsito o el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los conductores explican, en gran medida, las causas de la inseguridad vial.
En este contexto, no deja de ser contradictorio que los automóviles incorporen cada vez más tecnología y potencia para circular con mayor rapidez mientras, para proteger la vida de las personas, se impongan límites de velocidad e incluso se instalen semáforos, lomos de burro o despertadores para obligar a reducir la marcha. De la misma manera, se promocionan las bebidas alcohólicas, desde aperitivos hasta cervezas y vinos entre otras, en tanto por el otro lado se insiste en la necesidad de no tomar alcohol si es que se va a manejar un vehículo.
Con la premisa de modificar la relación actual que existe entre los siniestros viales y el alcohol, el Ministerio del Interior y Transporte impulsa un cambio en la Ley Nacional de Tránsito. "Alcohol 0" en las rutas nacionales es el nombre del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso y que avanza en el Senado. Básicamente, propone aplicar tolerancia cero al consumo de alcohol a la hora de conducir en rutas y vías rápidas del país.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo que "el consumo de alcohol en la Argentina ha aumentado en los últimos años un ocho por ciento. En las guardias de los hospitales el tercer ingreso es por siniestros viales. El 23,1 por ciento de los que ingresan están alcoholizados y el 80 por ciento son jóvenes". Asimismo, destacó que durante operativos de control de alcoholemia el 18,7 por ciento tenía alcohol en sangre; un 11 por ciento que estaba dentro del margen permitido, y el 7 por ciento, por encima de lo permitido.
Según la Ley Nacional de Tránsito vigente, se acepta hasta un 0,5 por ciento de alcohol en sangre aunque para Randazzo esta medida debe reducirse por recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El funcionario explicó que "si prohibimos el consumo de alcohol de aquel que va a manejar vamos a bajar la percepción de riesgo, la OMS señala que, si somos capaces de bajar el consumo de alcohol a 0, bajaremos 12 por ciento las defunciones".
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio del Interior y Transporte, el 80 por ciento de los casos de alcoholemia positiva detectados durante 2013 tenía entre 18 y 44 años y apenas el 20 por ciento fueron mayores de 45 años. Y por tipo de vehículo, el 78 por ciento se dio en automóviles, el 15 por ciento en motocicletas, el 4 en pick up y apenas un 1 en ómnibus y otro 1 en camiones.
Randazzo afirmó que está comprobado, según la OMS, que la ingesta de alcohol de entre 0,1 y 0,5, que es lo que está permitido hoy, aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria, disminuye las funciones cerebrales, produce un comportamiento incoherente además de relajación y pérdida de inhibiciones.
Al defender recientemente el proyecto en el Salón Azul de la Cámara alta en el marco de una reunión de la Comisión de Transporte, el ministro indicó que "no alcanzan las acciones desde el Estado" y que por eso se debe "apostar por un cambio cultural, la sociedad debe ir camino a la actitud de reprobación de aquellos que violan los semáforos o manejan alcoholizados".
Contundente, Randazzo consideró que "el alcohol al volante mata", y que "cuando un conductor consumió el alcohol permitido triplica las posibilidades de accidente". En este sentido, remarcó los avances en materia de política de tránsito al puntualizar que "la Argentina tenía cada 10.000 vehículos 3 por ciento de víctimas fatales, pero ahora tenemos 1 por ciento, bajamos el 50 por ciento de las víctimas fatales y de no haber hecho nada hubiéramos perdido 8.000 vidas".
El titular de la cartera de Transporte consignó que "el objetivo es salvar vidas, una de las cinco causas que produce el 90% de los siniestros graves seguido por víctimas es el alcohol en sangre" y aclaró que la iniciativa busca "equiparar al conductor de vehículos particulares cuando sale a la ruta con los que conducen camiones y transporte automotor de pasajeros" que hoy en día ya tienen tolerancia cero. Además, manifestó que en la Comunidad Europea se permite el 0,2 de alcohol en sangre.
En caso de modificarse la Ley Nacional de Tránsito, como un efecto cascada se discutirá su adhesión en las legislaturas provinciales y en los concejos municipales, por lo que el tema en algún momento se debatirá a nivel local.