Editorial

Provincias en rojo

Las provincias se encuentran con finanzas en rojo en la mayoría de los casos. Según se conoce, este año necesitarán 30.000 millones de pesos para poder equilibrar sus números, pero de acuerdo como vienen las cosas y por lo visto en el primer trimestre del año, la menor actividad económica hace que haya una merma en los ingresos que reciben desde la Nación, por lo cual deberán extremar recursos -sea en ajuste de impuestos propios como endeudamiento- para salir de la encrucijada. Aquí mismo en Santa Fe tenemos un claro ejemplo, aguardando el gobierno la aprobación de parte de la Cámara de Diputados, pues ya hay vía libre del Senado, para un endeudamiento cercano a los 600 millones de pesos.

La Nación tiene distintas formas para financiarse, recurriendo a fuentes como el Banco Central, el Banco Nación, el ANSES, el PAMI y la Lotería Nacional, cuyas cajas fueron convirtiéndose en la forma permanente de salvataje, opciones que no cuentan los distritos provinciales para tapar sus agujeros fiscales. Razón por la cual, reiteramos, en casi todos esos estados se está en la búsqueda de recursos por las pocas vías que disponen, emisión de bonos, mayor presión fiscal o bien endeudamiento. Mientras tanto, la paralización de obras públicas por falta de pago a los contratistas, el desdoblamiento de salarios y alguna que otra medida de parecido tenor son las alternativas para achicar el gasto, que en realidad significa un valor muy escaso, ya que por otra parte no sólo cae el consumo sino que también se afecta el mercado laboral con una menor oferta.

Lo cierto es que ya en la actualidad la presión fiscal es récord tanto en la Nación como las Provincias, por lo cual en un momento como este en que está en baja la actividad económica, resulta toda una temeridad continuar incrementando los impuestos, corriéndose además el riesgo de afectar la producción. 

De todos modos, poco más poco menos, casi todas las provincias dependen en gran medida de la coparticipación nacional, incluso algunas de ellas en un 90 por ciento de su presupuesto, pero también allí hay achicamiento. Un estudio de un instituto especializado en cuestiones fiscales, da cuenta que en el primer cuatrimestre de 2012 el aumento fue del 25%, bastante menor al 37,4% que se habían incrementado en los primeros cuatro meses de 2011, con lo cual queda en clara evidencia que los distritos tendrán menores disponibilidades este año, incluso con la posibilidad bastante concreta que esta brecha vaya ampliándose a medida avancen los meses.

Cuando menor es la recaudación de impuestos propios, mayor es la dependencia de la coparticipación, pudiéndose citar algunos casos precisos, como la provincia de Buenos Aires para quien la coparticipación significó en 2011 el 43% de sus ingresos totales, para Santa Fe y Córdoba el 63% y para Mendoza el 65%, citándose en este caso a las provincias que menos necesitan de la Nación.

Existe además de las mencionadas fuentes de financiación que tiene la Nación al alcance de su mano, otra alternativa aún más importante como la emisión de dinero, lo cual no está al alcance de las provincias, salvo recurrir a monedas cuasi fiscales, como las hubo circulando en el país en la crisis iniciada en 2001, habiendo sido Santa Fe y San Luis las dos únicas que no emitieron bonos en reemplazo de la moneda nacional.

Cabe también dejar en claro que existe un muy fuerte desbalanceo en el reparto de los impuestos coparticipables, tomando como muestra lo sucedido el año pasado, cuando la Nación se quedó con 368.000 millones de pesos, mientras que todas las provincias se repartieron 170.000 millones, una situación que viene acentuándose en los últimos años, creando una cada vez mayor dependencia de los distritos con la "caja nacional", desde la cual se favorece según los colores políticos y el nivel de acatamiento a las políticas nacionales que tenga cada provincia.

Para que los balances provinciales este año cierren, deberán aumentar un 30% a los del año pasado, una meta que por el momento -transcurridos cuatro meses- parece bastante vidriosa.

Según puntualiza la consultora Economía y Regiones "si bien la situación de las provincias no es dramática, es preocupante". Según sus cálculos, la necesidad de financiamiento de los distritos será de ahora a fin de año de 28.700 millones de pesos.

Autor: Redacción

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