Suplemento Economía

Proteccionismo


A la propuesta brasileña de aumentar el arancel externo común para proteger la industria se agregó la resolución 3252 de la AFIP, restrictiva del comercio de los dos principales Estados del Mercosur, Brasil ha sido tradicionalmente un persistente país proteccionista. La Argentina, por el contrario, ha tenido una errática trayectoria yendo de uno a otro extremo. Así en la década de los noventa fue un país con una gran apertura comercial y con paridad monetaria.

Actualmente es el país más proteccionista del mundo. Las múltiples medidas adoptadas al respecto son conocidas por todos los operadores.

Aunque no nos olvidemos, en tren de comparaciones y entre paréntesis, el país que más protege su desarrollo industrial y sus importaciones es Estados Unidos de América que, exporta "liberalismo económico" pero, puertas adentro, es infranqueablemente proteccionista.

En la reunión de presidentes del Mercosur realizada en Montevideo en diciembre pasado, la titular del Ejecutivo brasileño, Dilma Rousseff, planteó un aumento del arancel externo común (AEC) en algunos rubros sensibles para la producción de los países miembros. Si bien esta propuesta no ha sido puesta en práctica, todo indica que puede serlo a breve plazo.

En los comienzos del corriente año (el 2 de este mes) la presidenta brasileña confirmó la tendencia, ya que en sus primeras palabras a la prensa utilizó más que ninguno el verbo "proteger": "Con planificación y políticas acertadas estamos logrando proteger a nuestra economía, a nuestros sectores productivos y, sobre todo, al empleo".

No mucho tiempo atrás, en ocasión de profundizarse la crisis internacional, el ex presidente Lula había sostenido que "el proteccionismo es como una droga, que ofrece alivio inmediato pero después deja a su víctima en una prolongada depresión".

Teniendo en cuenta la política comercial brasileña adoptada desde hace décadas, es más posible de creer en la afirmación de la actual presidenta que en la de su predecesor, que probablemente fue emitida para un público crédulo o distraído, pero que no respondía en modo alguno al tradicional y reconocido proteccionismo imperante en Brasil.

Deben tomarse muy en serio las declaraciones de la señora Rousseff, dado que son una nueva confirmación de la línea económica tradicional de los gobiernos de ese país y que ahora emprende en forma resuelta un declarado proteccionismo comercial.

Recordemos que la economía brasileña es generalmente reconocida como la sexta del mundo actual, aunque está perdiendo ritmo dada la situación crítica de los países europeos cuyas consecuencias se están expandiendo por todo el mundo.

Mientras tanto, la Argentina también ha adoptado esa línea proteccionista desde hace unos años, aunque su instrumentación y política son algo diferentes, y especialmente con la adopción de medidas cada vez más sorpresivas y menos fundamentadas en el Derecho, en particular el del Mercosur.

El reciente dictado de la resolución de la AFIP 3252 -una nueva norma restrictiva de las importaciones por más que el titular de la AFIP haya afirmado paradójicamente que es para "agilizar" el comercio- no es ni más ni menos que un nuevo ladrillo aplicado con una constancia, digna de mejores causas, en la construcción del muro proteccionista.

Firma: Grupo Celsa –Soluciones en Logística- fuente: La Nación.

Autor: Redacción

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