A más de 4 meses de comenzada la Maestría en Desarrollo Territorial, especialistas de diferentes partes del mundo ya han dictado clases a los más de 30 profesionales, representantes de instituciones públicas y privadas que tiene como alumnos esta Maestría.
Esta propuesta académica, impulsada por la UTN y el Municipio de Rafaela, tiene como objetivo aportar elementos de reflexión en el desarrollo económico, ambiental, social y cultural de manera de pensar el territorio de manera integrada. En este enfoque es clave la necesidad de formar actores que trabajen en red e intentar que los diseñadores de políticas accedan a permanentes procesos de aprendizajes.
El amplio programa de esta maestría hace que esté dirigida a personas que actúan en diferentes áreas de interés siendo necesario estar a la altura de las más importantes maestrías del momento, poniendo a disposición un destacado cuerpo docente proveniente de diferentes lugares del país y del mundo.
El sociólogo uruguayo de amplísima trayectoria en América Latina en temas de Desarrollo Local José Arocena, fue quien estuvo a cargo de las primeras clases de maestría. Francisco Alburquerque, el especialista español en desarrollo económico territorial, quien fue nombrado visitante ilustre de nuestra ciudad el año pasado, también compartió sus conocimientos a los alumnos.
Pablo Costamagna, especialista local; Juan de Dios García Serrano, quien llegó desde España y las profesionales vascas María José Aranguren y Mirem Larrea continuaron el proceso tratando temas de economía social, cadenas de valor, redes, cluster e innovación que completaron el módulo de Economía para el Desarrollo.
Actualmente, Daniel Cravacuore -un argentino de reconocida trayectoria en el municipalismo- está desarrollando sus clases del módulo Política e Instituciones, para luego dar paso a Oscar Madoery, Director Ejecutivo Maestría en Desarrollo Local, Universidad Nacional de San Martín – Universidad Autónoma de Madrid.
Esta intensa capacitación posibilita tanto un salto en la formación profesional como la apertura a un profundo proceso de reflexión sobre el desarrollo regional y la mejora de las intervenciones en el territorio.
Tal como instaba a los alumnos Francisco Alburquerque al comienzo de la Maestría: “Afrontemos el desafío de ser parte de un espacio que produzca innovaciones para mejorar la vida de la gente y para el cual se necesita de un gran número de agentes con importantes dosis de conocimiento y convencimiento”.