Locales

Productores tamberos en alerta por la sequía y la caída de la rentabilidad

Entre la sequía y la crisis de la economía, los productores de leche no ganan para sustos y disgustos. La producción está en baja debido al impacto por la falta de lluvias mientras los precios de insumos y servicios profesionales suben, incluso por encima de los ajustes en el precio de la leche que paga la industria, lo que reduce o pulveriza la rentabilidad sectorial. "Hay que trabajar todos los días del año, muchas veces por nada. Pero los tambos no pueden parar, hay que ordeñar todos los días", dijo el secretario de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (Meprolsafe), Roberto Socin, en diálogo con LA OPINIÓN. Así es, "no hay tu tía" y no importa el frío intenso o el calor insoportable, hay que hacer el tambo igual. 
Ante este escenario desfavorable, la entidad que tiene su sede en la segunda cuadra de calle Pellegrini de Rafaela realizó el jueves una reunión de Comisión Directiva que encabezó el presidente, Roberto Perracino, y además recibió al diputado provincial, Oscar "Cachi" Martínez (Frente Renovador). 
"Tuvimos un jueves muy intenso en el que evaluamos la situación del sector, que no es buena sino todo lo contrario. En primer lugar, recibimos al diputado Martínez porque tiene un proyecto para ampliar la Emergencia Agropecuaria en la Provincia y que se comenzará a discutir, por la información que manejamos, la próxima semana en la Cámara de Diputados de Santa Fe. En concreto, el legislador nos refrescó su proyecto y nos pidió que hagamos algunos aportes. En líneas generales vimos muy bien la propuesta porque incluye algunos tipos como el tema de seguro multirriesgo, que desde la dirigencia gremial se viene reclamando desde años", explicó Socin. 
En este marco, desde Meprolsafe sugirieron a Martínez que "incorpore el seguro de contribución marginal bruta para emular al sistema que tienen, en defensa de los ingresos, los productores americanos". En este sentido, indicó que "además del seguro multirriesgo también tienen un seguro para la contribución marginal bruta a los efectos de mantener un mínimo de ingresos ante situaciones extraordinarias" del clima o mercado. De todos modos, admitió que esa herramienta "se debe adaptar a las necesidades de nuestros productores y a la realidad de nuestro país, pero es un instrumento que desde la entidad hace tiempo que la estamos requiriendo". 
"Dentro de ese proyecto del diputado Martínez hay una determinada cantidad de fondos para entregar aportes no retornables para varias actividades del sector agropecuario y de la lechería, con lo cual nosotros le acercamos nuestras sugerencias a los efectos de que las estudie y las pueda incluir para la discusión con el resto de los legisladores de la Cámara de Diputados", agregó Socin. 

IDAS Y VUELTAS CON 
EL PRECIO DE LA LECHE
"Sorpresa" y "malestar" fueron las primeras reacciones de los tamberos ante los cambios en el precio de la leche que tuvieron en un par de días. "El 30 de enero, las industrias habían anunciado un determinado valor pero al día siguiente nos llega el mensaje que modera el ajuste con una baja de $2 por litro, sabiendo que el sector desde hace 14 meses viene con un ingreso muy parejo con los egresos, lo cual se agravó después por decisiones macroeconómicas, como versión Valor Soja 1 y 2, y que tuvo impacto en los alimentos y en los alquileres de los campos que se pagan en quintales de soja para hacer leche, con lo cual empeoró la situación más con la profundización del estrés hídrico", expresó Socin.  
En promedio, el precio de leche se pagaba entre 64 y 65 pesos, y la industria anticipó un aumento del 7 por ciento para febrero. Sin embargo, después volvió sobre sus pasos y estableció un precio de 67,5 pesos: "de un día para el otro perdimos 2 pesos por litro", se quejó Socin. 
"Este giro de los industriales con respecto a la política de precios cayó como un balde de agua fría y bueno, los celulares de los dirigentes se llenaron de mensajes de distintos calibres, pero en su mayoría instando a la institución a que impulse una movilización", reconoció el dirigente de Meprolsafe.
En este marco, la entidad entregó al diputado Martínez "un proyecto para que lo eleve no solamente dentro de sus incumbencias al Gobierno provincial sino también a nivel nacional que tiene que ver con la implementación de un mecanismo para fijar el precio que no dependa del buen o mal humor de la industria, sino que contemple a los tamberos en los espacios de decisión de la cadena". "Existe la posibilidad de que podamos participar en el recinto de Diputados del tratamiento del proyecto sobre la emergencia agropecuaria. Pero en definitiva la reunión con Cachi Martínez fue positiva porque le planteamos cuál es la situación de los tamberos, difícil y compleja por cierto", subrayó Socin.
-¿Por qué se produjo esa contraorden de la industria en el precio de la leche?
-No está claro pero no hay tantos secretos en el sector. Lo que sí está muy claro es el descontento que generó la marcha y contramarcha de la industria con el precio, los dirigentes de la entidad somos todos productores y nos vemos afectados directamente en los ingresos. Pero nos hacemos esas preguntas incómodas para ver en definitiva quien es el causante y quien el responsable de todo esto. Pueden ser varios, no la tenemos suficientemente claro. ¿El gobierno? que está con el programa de Precios Justos tratando de desacelerar la inflación. Al mismo tiempo que le pide un esfuerzo a los productores implementó el dólar soja versión 1 y versión 2 que afectó a la lechería en particular. Nos preguntamos si será alguna industria que está con productos dentro del programa Precio Justos. Por ahora hay más dudas que certezas. 
-Ustedes reclaman reuniones de la cadena láctea tanto a nivel provincial como nacional. 
-La lechería necesita reglas de juego claras, hacer los cambios necesarios para salir de los 10 mil, 11 mil millones de litros que se producen por año desde 1999 a la fecha. Estamos siempre ahí, sin crecer en forma sostenida. Es una pena considerando el potencial que tenemos, con el mundo que requiere alimentos y observa con expectativa que la producción de leche de la Argentina no despega, está estancada. Todos los años ponemos primera pero después no avanzamos, lo que genera desaliento en los jóvenes, que no quieren hacerse cargo de las empresas que dejan sus papás por cambio generacional. ¿Por qué? Porque han visto a sus padres siempre sufrir pero con la expectativa de que algún día todo va a cambiar y mejorar. Pero nunca cambia ni mejora. Por eso queremos una reunión de la Mesa Láctea provincial y de la nacional, no solo para evaluar la coyuntura, los problemas de la sequía y de la inflación, sino también tratar de establecer una estrategia y una planificación para pensar en mediano y largo plazo, generar certidumbre y esperanza. 
-¿Han presentado notas pidiendo reuniones?
-No vamos a hacer movilizaciones por el momento más allá del descontento generalizado porque tenemos pendiente de respuesta a nuestros pedidos para que se convoquen a las mesas lácteas. Al ministro de Producción de la Provincia, Daniel Costamagna le enviamos el 23 de enero una nota para que convoque a una reunión de la cadena láctea provincial. Es el mismo pedido que le hicimos al secretario de Agricultura y Ganadería de la Nación, Juan José Bahillo. Estamos a la espera de la respuesta, queremos hacer un balance lácteo para tener previsibilidad en la producción y asegurar el abastecimiento del mercado doméstico y no perder posiciones en el mercado externo. 
-¿Por qué es tan difícil?
-Nunca fue fácil, pero no hay que perder la esperanza. Por caso, el secretario Bahillo vio con muy buenos ojos los otros pedidos que hicimos de retomar el diálogo entre producción e industria porque vemos que hay un sin número de obstáculos, y cada uno se mira el ombligo. Desde ese punto de vista, seguramente no vamos a poner en equilibrio a la cadena, no vamos a dar previsibilidad, cuando debiera tenerla como cualquier país del mundo, más allá de que en todos lados existen dificultades. 
-Se advierte un aumento de la modalidad del alquiler de las vacas…
-Sí, es una modalidad en la que también me autoreferencio. Cuando me la vi difícil, utilicé ese recurso, por la falta de disponibilidad de oferta forrajera, o por exceso de agua. Es lo último que el productor quiere hacer, desprenderse de sus vacas, que el capital más difícil de conseguir. Así que alquilarlas es una alternativa antes que vender, porque si te desprendiste de la máquina de transformar pasto y granos en leche, fuiste, no volvés más a ser productor lechero.

Autor: REDACCION

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