De acuerdo a diferentes autores, se puede decir que el proceso empresarial cuenta con tres etapas:

• Concepción o gestación: consiste en la decisión, por parte de una persona o un grupo, de formar una empresa o un proyecto. Comprende la adquisición de la motivación y las competencias para emprender, la identificación de la oportunidad del negocio y la elaboración del proyecto.

• Puesta en marcha o nacimiento: esta etapa comienza cuando la empresa es creada y en ella es crucial el acceso y la organización de los recursos iniciales.

• Infancia y crecimiento o desarrollo inicial: comprende la gestión de los primeros años de vida de la empresa; el ingreso al mercado y la resolución de los problemas de supervivencia.