Editorial

Previsiones contradictorias

La abundancia de previsiones sobre lo que puede suceder con la economía argentina y de otros países deja entrever, cada vez con mayor claridad, diferencias analíticas que se traducen en la coexistencia de indicadores y estimaciones.

Más allá de los pronósticos que se puedan realizar fronteras adentro desde espacios interesados, recientemente quedó en evidencia cierto contraste entre las proyecciones efectuadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

En tal sentido, la economía argentina crecerá este año por encima de lo previsto, un 0,7% de acuerdo a los datos de la CEPAL, que en abril último había pronosticado que el Producto Bruto del país sería nulo o "cercano a cero". En un informe difundido en Santiago de Chile bajo el título "Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2015", el organismo evaluó que si bien la desaceleración económica es un fenómeno generalizado en la región, el comportamiento de países y subregiones será más heterogéneo.

Así, la tendencia para 2015 de la región América Latina y el Caribe continúa a la baja y crecerá 0,5% (en abril se estimaba que sería de 1%), por el impacto de la crisis en Brasil. Por su parte, América del Sur reflejaría este año una contracción del 0,4%, mientras Centroamérica y México tendrían un crecimiento promedio del 2,8 % y el Caribe una expansión del 1,7 %, según el reporte.

La curva de crecimiento a la baja muestra que la región creció 4,7% en 2011; 2,9% en 2012 y 2013; 1,1% en 2014. Además, la CEPAL detalló que Panamá liderará la expansión regional con un alza del 6%, seguido de Antigua y Barbuda (5,4%), República Dominicana y Nicaragua (ambos con 4,8%). Le siguen Bolivia (4,5); Guatemala y Paraguay (4,0); Perú (3,6); Costa Rica y Colombia (3,4); Cuba y Honduras (3,0); Uruguay (2,6); Chile (2,5); México 2,4 y Argentina 0,7%. 

En tanto, Brasil sufrirá una contracción de -1,5%, mientras que Venezuela caerá en -5,5%, según el informe presentado por la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena. El informe detalla que la región enfrenta un contexto externo más complejo en lo comercial y financiero, ya que el crecimiento del comercio mundial se mantiene en niveles menores que los pre-crisis global. 

Distinta al menos en lo que hace a la Argentina es la visión del otrora todopoderoso FMI, que estimó que la economía de nuestro país cerrará el 2015 con un crecimiento más modesto del 0,4%. De todos modos, es un pronóstico más optimista respecto a la última previsión, que era de 0,1%. Asimismo, corrigió a la baja su pronóstico sobre el Producto Bruto de nuestro país, al considerar que bajará 0,7 por ciento el año próximo, cuando en su anterior estimación había sostenido que sería nulo. 

La actualización de esas proyecciones se difundió recientemente en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, que estimó una inflación del 16,8% para este año y de 25,6% el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, detrás de Venezuela, para el que se prevé una inflación de 204,1%.

Más allá de su lectura de lo que puede ocurrir con la economía argentina, lo que cambió el humor del Gobierno nacional fue la evaluación de las inconsistencias del modelo que efectuó el FMI, que volvió a recomendar políticas de ajuste para la región latinoamericana y la Argentina. En tal sentido, advirtió que si bien en la Argentina, un enorme impulso fiscal contribuyó a estabilizar la actividad económica en 2015, los desequilibrios macroeconómicos han empeorado.

En el reporte titulado "Perspectivas Económicas de Las Américas", el organismo alerta que en la Argentina "la inflación sigue siendo elevada, debido a la monetización del déficit fiscal" y que "la falta de acceso al mercado impacta en la actividad, y las políticas macroeconómicas y microeconómicas distorsivas están afectando los fundamentos económicos del país".

En el documento el FMI argumenta que los "intensos controles cambiarios continúan deprimiendo la inversión e importaciones, mientras que el debilitamiento de los términos de intercambio, la recesión en Brasil y la apreciación real del peso afectan a las exportaciones y contribuyen a profundizar la caída del superávit comercial" de la Argentina. 

Desde el gobierno argentino, los principales referentes económicos como el ministro de Economía, Axel Kicillof y el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, han rechazado fuertemente la posibilidad del ajuste y nuevamente cuestionaron al FMI. 

Los estudios y estimaciones que realizan los organismos internacionales sobre cómo pueden desempeñarse distintos países en materia económica constituyen un insumo para la toma de decisiones de los inversores y de las empresas. De ahí la importancia que alcanza cada documento donde se consideran las perspectivas en torno a una economía puntual, pues quizás de él dependa el destino que tomen las inversiones productivas o los capitales financieros. 











 

Autor: Redacción

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