A pesar del congelamiento de precios impuesto por el gobierno, igualmente no han dejado de moverse, dentro de un escenario de confusión e incertidumbre, ya que en ningún momento fueron difundidos precios de referencia, impactando de tal manera en la canasta básica en niveles que oscilan entre 1,59 y 4,91%, según las estimaciones realizadas por la agrupación Barrios de Pie, mientras que en cambio la organización Consumidores Libres que conduce Héctor Polino -aun cuando el ex diputado nacional lo hace en forma personal por haber sido suspendida su organización por parte de Comercio Interior- esa canasta se incrementó 1,36%.

Estas variantes porcentuales son clara consecuencia de la desorientación que existe en todo sentido dentro de la comercialización de alimentos, una metodología improvisada que ha generado este estado de cosas realmente complicado, donde como siempre, los principales perjudicados son los consumidores.

Según la agrupación Barrios de Pie, uno de los lugares donde se dieron los aumentos más importantes dentro de este lapso de congelamiento fue en el Conurbano bonaerense, donde en el mes de febrero se necesitaban 1.765,79 pesos para adquirir los 49 alimentos que mide el INDEC para satisfacer las necesidades alimentarias básicas, suma que fue 3,75% más elevada que en enero, mientras que en marzo volvió a crecer otro 1,42%. Queda claro que si tales subas se dan en el marco de un congelamiento de precios, las perspectivas que se presentan para los meses siguientes no son muy promisorias que digamos. Una señal interesante que se desprende de este informe, es que en marzo se apreció una clara desaceleración en el envión de los precios, aun cuando se especula que podría tratarse de una advertencia de la merma que viene mostrando el consumo por el deterioro que significa justamente la inflación en el poder adquisitivo del salario.

Extendidas estas mediciones hacia otros ámbitos, como las provincias de Tucumán y Chaco, o bien las ciudades de Córdoba y Mar del Plata, en el mes de marzo la canasta básica alimentaria registró un retroceso de 0,38% en el pasado mes de marzo, lo cual se interpreta que los precios de los 49 productores de la canasta básica ingresaron en un estancamiento, quedando ahora por aguardar lo que habrá de acontecer en estos meses siguientes, especialmente hasta el mes de octubre en que habrá elecciones, y que según todas las especulaciones, es la meta que se habría impuesto el gobierno para mantenerse dentro de la actual sintonía, ya que se considera que una vez dejado atrás el acto comicial será indispensable adoptar algunas medidas muy importantes para tratar de equilibrar las finanzas públicas, donde los gastos crecieron desmedidamente en relación con los ingresos, provocando desequilibrios que se reflejaron en el déficit fiscal.

Esta es una de las perspectivas, tanto la inmediata como la de mediano plazo en materia de precios. Este aplastamiento que se observó en marzo, y que al parecer continúa en el presente mes de abril, tuvo la influencia de dos cuestiones a las que los analistas consideran importantes: una la ya citada del menor poder adquisitivo del salario que comienza a retraer el consumo, la otra es por la aparición de marcas más económicas y además de menor volumen en su contenido. En estas hubo moderación de precios, pero en cambio en aquellas primeras marcas, los valores se mantuvieron en casi constante movilización.

Pasando a Consumidores Libres, fueron relevados 38 productos en algunos hiper de la ciudad de Buenos Aires y en bocas de ventas de barrios como la Boca, Caballito, Liniers y Pompeya, dándole como resultado que en marzo la canasta se incrementó 0,84%, pero acumulando desde el 1 de febrero hasta el 31 de marzo 1,36%, en tanto que si incluye el mes de enero para completar el primer trimestre del año a CL le da una suba de 3,04%.

Cabe destacar, una vez más y para evitar toda clase de confusiones, que estos porcentuales de aumentos de precios son exclusivamente de los precios relativos a los productos que integran la canasta básica alimentaria, ya que el costo de vida en general que deambula también por otra variedad de rubros, además de los alimentos, podría estar bastante por encima de acuerdo a las mediciones que efectúan organizaciones privadas y que canalizan a través del "índice Congreso".