Suplemento Economía

Precios en ascenso y alto crecimiento, otra vez

Dada la distorsión de casi todas las estadísticas oficiales, no aporta mucho proyectarlas. Por eso, el pronóstico se refiere a lo que pensamos que se dará en la realidad.

Esperamos un contexto internacional muy favorable para productores de commodities como la Argentina. Eso augura buenos precios para nuestras exportaciones y buenas perspectivas en la actividad económica de la región, hacia donde se destina el grueso de nuestras exportaciones industriales.

El riesgo aparece por el factor climático, que puede dañar una parte de la cosecha. Y por un desborde en las negociaciones salariales. Pero son riesgos limitados y la economía tendrá un buen primer semestre. Proyectamos un crecimiento algo superior al 6% para todo 2011.

En general, en los años de elecciones aumenta la fuga de capitales. Ese problema no será muy agudo porque se mantendrá una oferta abundante de dólares privados. Estimamos un tipo de cambio nominal estable.

La política pública expansiva (monetaria, fiscal y de ingresos) motorizará un aumento de la inflación al 28%. El ancla cambiaria evitará una aceleración mayor. Subas de salarios en dólares al 25% y del gasto público al 35-40% anual no son sostenibles en el mediano plazo, pero podrán mantenerse en 2011.

En suma, el Gobierno seguirá eliminando los márgenes que le permitieron manejar la política económica sin tantas restricciones. El resultado fiscal primario genuino (excluyendo utilidades del BCRA y otros ingresos extraordinarios) será del orden de 0,5 a 1% del PBI, la cuenta corriente del balance de pagos se volverá ligeramente deficitaria en el segundo semestre, se acabará el margen cambiario y los costos de la inflación sobre el funcionamiento de la economía serán más notorios.


Un reflejo de la tasa de inflación


Los pedidos gremiales de aumentos entre 25% y 35% reflejan la aceleración en la tasa de inflación que pasó del 15% anual a mediados de 2009 a 23% para el año 2010, con aumentos todavía superiores en la canasta alimentaria.

Descontando posibles aumentos en la productividad ello convalida aumentos de precios al mercado interno del orden de 20% a 30%, y para quienes exportan una reducción de sus márgenes.

La política pública es la gran responsable de esta carrera de precios y salarios. La política monetaria para los primeros 9 meses del año es todavía más expansiva que la del año 2010 y lo mismo se espera en el frente fiscal. La única ancla que subsiste es el tipo de cambio cuasi fijo pero el margen de un dólar alto que gozó el gobierno desde 2003 se agotará posiblemente el año próximo.

Por lo tanto, 2011 será el último año de alta inflación en dólares sin consecuencias gravísimas, pero el próximo gobierno deberá enfrentar con decisión esta carrera de precios y salarios. Para ganarla deberá tener un programa económico coherente y aprovechar la buena coyuntura que favorece a un productor de commodities como la Argentina para que esa calibración no atente contra la actividad económica.

Autor: Redacción

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