Editorial

Postura más dura

Con motivo de las inundaciones y las desastrosas consecuencias provocadas en el sector agropecuario, algo que se viene reiterando cada vez con mayor periodicidad -y al parecer así continuará debido a los efectos producidos por el cambio climático, alterado por el aumento de la temperatura del planeta-, las sociedades rurales de Rafaela, Sunchales y Humberto 1°, en coincidencia con la postura generalizada del sector, difundieron recientemente un durísimo comunicado, apuntando directamente al gobierno de las provincia de Santa Fe, por considerarlo responsable de la complicadísima situación que afrontan los productores del centro-este del departamento Castellanos, muchos de los cuales debieron llegar a la drástica decisión de cerrar definitivamente sus tambos, con la consabida pérdida de producción que está sintiéndose en las plantas de la industria láctea.

Las tres instituciones, todas ellas representativas del departamento Castellanos, destacaron la continuidad de su labor conjunta en la búsqueda y coordinación de estrategias comunes de acción y gestión, habida cuenta de la magnitud del desastre que se vive en toda la región debido "al resultado de una actitud ineficiente del Estado frente a las innegables y reclamadas necesidades de realización y mantenimiento de obras que evidencia la Cuenca del Cululú".

De acuerdo con la posición de expuesta por las tres entidades ruralistas se debe enfrentar una nueva perspectiva de desastre que se podría haber minimizado con la realización honesta y oportuna de los trabajos apropiados de infraestructura", estándose ante un panorama desesperante que debe atribuirse "a la ineficiencia del Estado en su más lamentable expresión".

En el documento la estimación de pérdidas del sector debido a las inundaciones entre abril de 2016 y enero de 2017 es fijada en 3.800 millones de dólares, lo cual "con inversiones mínimas en relación a estos valores podríamos haber evitado estas irremediables pérdidas tan significativas para la región, la provincia y el país".

Cuando de hacer nombres se trata, en el comunicado de las entidades rurales se apuntó directamente al ministro de Infraestructura, José Garibay, al referirse a inversión y obras en el canal Vila-Cululú, sosteniendo que se trata de "expresiones que claramente manifiestan la ausencia de sentido común al hablar de proyectos aguas arriba", poniendo además en duda los acuerdos con la provincia de Córdoba, afirmando que "desde hace años proponemos acciones desde la desembocadura porque presenta obras de arte que no se verifican, además de la notable ausencia de mantenimiento", agregando luego la condena "a la inacción e incompetencia de funcionarios responsables de prever y resolver estas situaciones".

También se puntualiza la decepción que causa "ver la escasa valoración de la vida rural", comprobada en la falta de gestión para el sector", ya que "productores, trabajadores y sus 

familias se encuentra aisladas y en estado de emergencia por la falta de infraestructura de caminos y tendido eléctrico que afectan la calidad de vida en el campo fomentando el desarraigo y la emigración", rematando el párrafo con una fuerte ironía al decir "la principal cuenca lechera del país hoy se asemeja más a los esteros del Iberá que a las otroras verdes praderas que soñaron trabajar nuestros abuelos".

Es por esas razones que se exigen respuestas concretas al gobierno de la Provincia, para que desde allí se informe qué obras se van a desarrollar, quién realizará las acciones, cómo se llevarán adelante, y cuáles serán los términos de su ejecución.

Pero sin dudas, lo más fuerte, duro y contundente de todos estos planteos fue reservado para la parte final de la declaración conjunta cuando se dice "el campo ya no cuenta con recursos para sostener la burocracia estatal. Exigimos que procedan con honestidad. ¡Basta de mentiras!", a la vez que reclamaron a los funcionarios que tengan idoneidad y no que ocupen un cargo "por su fidelidad a un signo político".

Durante el tiempo que lleva este nuevo desastre en esta región se han escuchado reclamos, planteos y críticas muy fuertes, pero esta de las tres entidades rurales se ubica en los primeros puestos en cuanto a su contenido. Es momento que las reacciones sean las adecuadas.

Autor: Redacción

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