Locales

Por un planeta sin contaminación por plásticos que ponen en riesgo la salud

Por Ing. Mariel G. Pereyra*

Organizado por la Sede Rafaela-Sunchales junto a la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH), la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR), se realizó el 14 de junio un importante evento en la sede del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, que convocó a concejales de nuestra ciudad, referentes técnicos y Científicos, empresarios y productores, para informarse y generar conciencia sobre este importante factor de contaminación, que compromete la sostenibilidad ambiental de nuestro planeta.
El Dr. Andrés Arias (1), presenta como regla básica de la sostenibilidad: “Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente”. Si esto sucede, como en el caso de los plásticos, el resultado es su acumulación en la tierra y en los océanos de nuestro planeta.
La cantidad de basura marina y contaminación plástica ha estado creciendo rápidamente. Se proyecta que, sin una acción significativa, las emisiones de desechos plásticos hacia los ecosistemas acuáticos van a triplicarse para 2040.
¿Cuál es la realidad actual? Las cifras son alarmantes para la sostenibilidad ambiental.
Lo acumulado (1950-2017): 9200 mill de tons de plásticos. Lo descartado: 5300 mill tons (58%). Lo incinerado: 1000 mill tons (10%). Reciclado: Solo el 8% (700 mill tons).
Los plásticos son la fracción más grande, más dañina y más persistente de basura marina, que representa al menos el 85% del total. Provocan efectos letales y subletales en ballenas, focas, tortugas, pájaros y peces, así como invertebrados como bivalvos, plancton, gusanos y corales. Sus efectos incluyen enredos, inanición, ahogamiento, laceración de tejidos internos, asfixia y privación de oxígeno y luz, estrés fisiológico y daño toxicológico.
Los plásticos también pueden alterar el ciclo global del carbono a través de su efecto sobre el plancton y la producción primaria en agua marina, dulce y sistemas terrestres. Los ecosistemas marinos, especialmente los manglares, pastos marinos, corales y marismas, juegan un papel importante en secuestro de carbono. Cuanto más daño hagamos a los océanos y áreas costeras, más difícil es para estos ecosistemas compensar y permanecer resilientes al cambio climático.
Cuando los plásticos se descomponen en el medio marino, transfieren micro plásticos, microfibras sintéticas y celulósicas, productos químicos tóxicos, metales y micro contaminantes en aguas y sedimentos y eventualmente en las cadenas alimentarias marinas. Los micro plásticos actúan como vectores de organismos patógenos nocivos a las poblaciones de seres humanos, peces y acuicultura.
La salud y el bienestar humano están en riesgo. El ser humano está expuesto a micro y nanoplásticos. Los microplásticos pueden entrar en el cuerpo humano por inhalación y absorción a través de la piel y se acumulan en los órganos, incluido la placenta. Es probable la absorción humana de microplásticos a través de los mariscos, lo que plantea serias amenazas a las comunidades costeras e indígenas donde las especies marinas son la principal fuente de alimento. Los plásticos marinos tienen un efecto generalizado en el bienestar de la sociedad y los seres humanos.
La cantidad total de plásticos acumulado entre 1950 y 2050, se espera que alcance los 34,000 millones de toneladas. El movimiento de los plásticos desde el continente a los océanos ocurre en el término de décadas.
Las tasas de reciclado globales son menores al 10% y las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas a los plásticos son significativas.
El Dr. Andrés Arias, finaliza su exposición, destacando las medidas que globalmente, deben adoptarse para un planeta sin plástico:
-Iniciativas para “cerrar la canilla” de producción de resinas vírgenes a partir de modelos de transición con rediseño de resinas y reemplazo paulatino.
-Fomento/Acceso al uso de materiales alternativos: biocombustibles, biomasa, plástico reciclado con precios competitivos.
-Fomento e implementación de políticas circulares.
-Discontinuar productos y polímeros innecesarios o problemáticos.
-Instrumentos fiscales: impuestos, tasas y cargos, esquemas de depósito, reembolso, responsabilidad extendida del productor, permisos de comercialización, remoción de subsidios dañinos, innovaciones de química verde para la producción de polímeros y aditivos más seguros (simplificación y transparencia).
-Iniciativas para cambiar los hábitos del consumidor.
No hay ninguna política internacional acordada desde el 2000 hacia aquí, que incluya elementos de prohibición u objetivos indicadores de disminución de la contaminación plástica a nivel global. Esto ha colocado a gobiernos, empresas y sociedad civil a convocar a un instrumento global para disminuir la basura marina y la contaminación plástica de los océanos.

(*) Coordinadora de la Sede Rafaela-Sunchales de la UNL.
 
(1) Dr. Andrés Arias es Investigador Independiente de CONICET. Especialista en contaminantes orgánicos persistentes (COPs) introducidos por el hombre en el medio ambiente marino, costero y cursos fluviales (Instituto Argentino de Oceanografía, IADO). Representante Argentino en Naciones Unidas (UNEP) para el comité internacional de Basura marina y Microplásticos. 

Autor: REDACCION

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