La percepción dominante sobre el Congreso Nacional está lejos de ser positiva. Ese edificio donde cumplen funciones diputados y senadores nacionales puede compartir rasgos a la Caja de Pandora, aquel mítico recipiente de la mitología griega, tomado de la historia de Pandor que contenía todos los males del mundo. La falta de controles sobre el uso que se le da a los fondos de los contribuyentes, el trabajo real que cumplen los legisladores, la designación de asesores y hasta el dinero de los viáticos constituye un cóctel sobre el que se asientan las sospechas ciudadanas sobre que las cosas no se hacen bien en ese lugar. La falta de transparencia y la creencia de que todo se puede hacer bajo las sombras de la gran cúpula del Congreso se mantiene firme pese a los intentos periódicos de mejorar los mecanismos de control que, justo es reconocerlo, surgen como respuesta a reclamos populares y el fastidio de la gente que considera exagerado el presupuesto legislativo.
Ahora la Fundación Directorio Legislativo lanzó la campaña de voluntarios #HolaCongreso, donde más de 300 voluntarios de todo el país, estudiantes de más de 40 carreras universitarias, trabajarán junto a diputados y senadores para impulsar la adopción de buenas prácticas de transparencia. Se trata de una saludable iniciativa que también puede correr ciertos riesgos y estar bajo amenaza considerando que no pocos legisladores están cómodos con el actual estatus y no están demasiados interesados en salir de esta zona de confort.
En un nuevo intento por avanzar en la transparencia del Congreso, la Fundación Directorio Legislativo efectuó el lanzamiento de su cruzada ciudadana y participativa en el Salón Auditorio del Anexo del Senado, con la presencia de la directora ejecutiva de la entidad, Noel Alonso Murray; la diputada nacional Karina Banfi; la coordinadora de Democracia en Red, Florencia Caffarone; la periodista de Parlamentario -el portal especializado en información del Congreso- Carolina Ramos; y la profesora de Ciencia Política de la UBA María Paula Bertino. A lo largo del encuentro, se resaltó la importancia de poner en marcha este programa que permitirá a los jóvenes involucrarse con las tareas legislativas, como así también fortalecer la rendición de cuentas y promover la transparencia para con la ciudadanía en general.
Según se explicó, la red de voluntarios es un complemento de la coalición de representantes del arco político, periodistas, académicos y referentes de la sociedad civil que dialogaron durante meses para idear una “Hoja de Ruta de Transparencia Legislativa”, un camino común que establece ciertos estándares de transparencia y pasos a seguir hacia la apertura parlamentaria. Como dijo Alonso Murray y publicó el portal Parlamentario, el primer objetivo (de la campaña) es achicar la distancia entre el Congreso y la ciudadanía; el segundo involucrar a los jóvenes; y el tercero fortalecer la rendición de cuentas. Como dato esperanzador, consideró que es muy emocionante ver cómo el trabajo de estos años hoy hace posible contar con más de 300 jóvenes de distintos puntos del país interesados en sumarse a esta campaña y acercarse al trabajo del Congreso.
Por su parte, Banfi sostuvo que con esta campaña se busca ayudar a cambiar la conciencia de lo que significa ser un servidor público, y recordó que antes era muy difícil que hubiera una conciencia con respecto a la rendición de cuentas. En tanto, Ramos consideró que aún queda mucho trabajo por hacer para que la información sea aún más accesible para la ciudadanía a la vez que admitió que el Congreso es una de las instituciones peor valoradas y mucho de eso tiene que ver con la opacidad que ha mostrado durante mucho tiempo.
Respecto a los desafíos de esta iniciativa, Bertino puntualizó que la mayor dificultad es trasladar el trabajo legislativo a la ciudadanía, por lo que esta herramienta nos permite traducir al idioma común lo que en la academia solemos decir de manera poco legible.
La propuesta busca concretamente formar una red de voluntarios que se contactarán con los representantes de la ciudadanía surgidos del voto popular para dar a conocer la Hoja de Ruta de Transparencia Legislativa 2019 y hacer un seguimiento de los avances en el acceso a la información pública por parte de los legisladores nacionales. Toda esta información estará disponible en un Observatorio de Transparencia Legislativa, herramienta que se construirá colaborativamente entre la Fundación Directorio Legislativo y la red de voluntarios.
En este escenario, sumaría muchísimo conocer públicamente cuánto gana cada legislador, cuánto dinero utiliza en concepto de viáticos y cuántos asesores tiene, sus identidad y sus salarios. Y en tiempos de hegemonía audiovisual, sería una buena idea que cada legislador se siente los minutos que necesite frente a la cámara y cuente al final de cada año su contribución al país desde el Congreso. Sería una excelente rendición de cuentas.