Internacionales

Polémica por espionaje se extiende a España

MADRID, 29 (AFP-NA).- España reclamó este lunes a Estados Unidos explicaciones por las presuntas escuchas

telefónicas en el país, manteniendo viva la tormenta diplomática, especialmente virulenta en Alemania, originada por el presunto espionaje de la NSA a varios países europeos.

Según el diario español El Mundo, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) espió más de 60 millones de llamadas telefónicas en ese país entre diciembre de 2012 y enero de 2013, sumándose a una larga lista de estados europeos espiados como Francia y Alemania.

El ministerio de Asuntos Exteriores español, donde acudió el embajador estadounidense James Costos tras ser convocado, aseguró que estas "prácticas, de ser ciertas, son impropias e inaceptables entre socios y países amigos".

Durante este encuentro, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, "ha instado a las autoridades de Estados Unidos a que faciliten toda la información necesaria sobre las supuestas escuchas realizadas en España".

Mientras, una delegación del Parlamento Europeo se encuentra en Estados Unidos para hablar sobre "el impacto de los programas de vigilancia sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos de la UE, en particular, el derecho a la vida privada".

"Nuestra confianza se ha visto sacudida", dijo el alemán Elmar Brok, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, añadiendo que "no es aceptable que, por ejemplo, la canciller Merkel y otros hayan sido espiados durante más de 10 años".

Según el documentado publicado por El Mundo, presentado como procedente del ex analista de la NSA Edward Snowden, esa agencia "espió 60.506.610 de llamadas telefónicas en España", entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013.

El viernes, el rotativo El País había publicado que la NSA había espiado al personal y los miembros del gobierno además de haber "rastreado las comunicaciones telefónicas, SMS y correos electrónicos de millones de españoles".

Entonces, el jefe del gobierno conservador Mariano Rajoy, aliado de los Estados Unidos, afirmó no tener constancia de dichas actividades y se desmarcó de la iniciativa francogermana para pedir "aclaraciones" a Washington y unas reglas sobre el espionaje entre países amigos.

Tras las nuevas declaraciones, el ejecutivo endureció el discurso. Desde Polonia, donde realiza una visita oficial, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, advirtió en declaraciones a la prensa española que de confirmarse este asunto "podría suponer una ruptura del clima de confianza que tradicionalmente ha presidido las relaciones entre los dos países".

Las revelaciones en España han alimentado aun más la tormenta sobre las escuchas de la NSA en Europa, especialmente virulenta en Alemania por las informaciones sobre la supuesta telefónica del móvil de la canciller Angela Merkel.

Autor: REDACCION

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