Editorial

Pobreza dibujada

En el país hay 11,5 millones de personas, que explican el 29% del total de la población, que viven con 38 pesos por día, suma con la cual deben alimentarse y enfrentar el resto de todos sus gastos. De tal manera lo establecen las propias estadísticas del INDEC, que además señala que alcanza a una afectación del 20% de los hogares.

La estadística incluye a todos los que trabajan, por lo tanto cuenta con alguna clase de ingresos, provengan de un empleo fijo con relación de dependencia, jubilaciones o pensiones, rentas, cuentapropismo, o bien ayudas estatales de cualquier otra clase, tengan origen nacional, provincial o municipal.

En base a este informe del que da cuenta la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre del presente año, es que la mayoría de las consultoras u organizaciones privadas estiman que una cuarta parte de la población es pobre, pues de acuerdo con estas mediciones, una persona es pobre si dispone de menos de 1.150 pesos por mes, o bien un ingreso de 38 pesos por día para cubrir la canasta básica de la pobreza. La cual, además de la alimentación alcanza a la vestimenta, transporte, luz, gas, vivienda, medicamentos y material escolar.

En el desarrollo de una nota periodística rubricada por el economista Ismael Bermúdez, se establece por parte del INDEC que al mes de junio pasado -al concluir el segundo trimestre- una persona adulta debía ser considerada pobre en Capital Federal y Gran Buenos Aires sólo si disponía de un ingreso mensual menor a 543 pesos lo cual significa menos de 18 pesos por día. Si tal línea de pobreza es considerada desde la conformación del grupo familiar tipo -matrimonio y dos hijos en edad escolar- el cálculo por persona se achica a 14 pesos por día, ya que de acuerdo con los estudios del INDEC el consumo por grupo familiar genera un ahorro que en cambio no puede darse en forma individual, de modo tal que los 14 pesos por persona se distribuyen en 6 pesos para la alimentación y los restantes 8 para los demás gastos. Esas mismas estadísticas daban cuenta que en los ámbitos referidos solamente el 5% disponía de ingresos menores a 15 pesos por día.

Todo este conjunto de datos se agrega a otros que también generan polémica, como por caso el valor de la canasta de pobreza, la cual según el organismo estadístico oficial, en un año aumentó apenas 11,5% mientras que los ingresos de los hogares más pobres se acrecentaron algo más del 30%, con lo cual tenemos dibujado un panorama bastante conocido que parte de la alteración de las cifras inflacionarias, que permiten llegar a esta clase de conclusiones, cuando la realidad marca una situación muy distinta.

Este supuesto fortalecimiento del poder adquisitivo de los hogares más pobres, es en realidad ilusorio. Como se avecina un nuevo informe oficial para el 29 de octubre, en base a tales datos se estará en un anuncio de características poco menos que espectaculares, con un 5% de población afectada por la pobreza, cuando en realidad -debe recordarse- la misma oscila en casi el 30%. Es probable que el anuncio se utilice electoralmente y aún manteniendo la fecha mencionada, podrían darse algunos anticipos en la semana previa a las elecciones del domingo 27.

Según esos cálculos sostenidos con estadísticas artificiales, la pobreza del 5% alcanzará apenas a unos 2 millones de personas, en tanto que la indigencia -la escala más baja- se ubicaría en el 1%, conformando uno de los aspectos del relato, ese mismo que no se ajusta a la realidad.

El contraste con otras mediciones es más que notorio, pues tomando por ejemplo las cifras que maneja la Universidad Católica Argentina, los pobres en este momento se ubicarían en el orden de los 11 millones. Es decir, se habría logrado bajar las cantidades del período 1998-2002, pero se mantendrían los niveles de fines de los 80 y comienzo de los 90. La diferencia es más que evidente, pues entre el anuncio oficial de 2 millones y los 11 millones de la UCA, hay nada menos que 9 millones de personas, que en realidad se trata de eso y no de simples números como parece querer disimularse la realidad actual de la Argentina. 

Para complementar con algunos datos de la distribución del ingreso, digamos que la estadística oficial dice que el 20% de los hogares más pobres donde vive el 28,9% de la población recibe el 9,1% del ingreso total, en tanto que el 20% más rico que explica el 12,8% de la población, se queda con el 35,4% de la riqueza generada.

Autor: REDACCION

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