Editorial

Planes sociales o empleo

Los planes sociales serán compatibles con el trabajo rural registrado, lo cual beneficiará a unos 250.000 trabajadores temporarios y sus familias, según lo dispuso el Gobierno nacional tras reiterados planteos de sectores productivos. El reclamo por la falta de disponibilidad de mano de obra para la realización de tareas temporales, fundamentalmente la cosecha, por temor a perder los beneficios sociales, fue dado a conocer en reiteradas oportunidades por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y sus entidades adheridas.

Además, la gremial empresaria que representa a las pymes había presentado un proyecto de ley junto con la legisladora nacional Nora Giménez para hacer posible la superposición de los trabajos temporarios en blanco y los planes sociales.

El anuncio se anticipa al inicio de la temporada de cosecha 2021-2022 de varios cultivos y se transforma en un guiño positivo hacia los productores agropecuarios pymes, quienes sentirán alivio frente a una problemática que ya se tradujo en la pérdida de entre 25% y 50% de la producción total.

También favorece a los sectores más vulnerables, que tendrán mayor protección social, más oportunidades de poder insertarse o reinsertarse en el mercado laboral y, a su vez, podrán percibir mayores ingresos. El presidente del área de Economías Regionales de CAME, Eduardo Rodríguez, consideró que la pyme agropecuaria necesita recuperar rentabilidad y sólo quiere producir, trabajar y dar trabajo, por lo que en este círculo virtuoso, la compatibilización beneficia a todos: al trabajador rural, al empresario y al Estado. Y en palabras tan simples dejó en evidencia la profundidad de problema que desde hace años se instaló en la Argentina, al sostener que el anuncio del Gobierno es un primer paso en el camino para recuperar la cultura del trabajo en el agro.

Desde hace dos décadas, el país observa cómo familias han sobrevivido bajo la asistencia social del Estado y en muchos casos, ante la posibilidad de conseguir un empleo, prefirieron quedarse con los planes sociales que prácticamente no le exige prestación alguna. Es un dinero que se recibe a cambio de nada. 

La situación tomó mayor visibilidad cuando se conoció el caso de un productor citrícola que perdió 50 millones de pesos al no poder levantar la cosecha de frutos por falta de mano de obra. En realidad se acumulan las historias de productores que no consiguen trabajadores temporarios y en consecuencia pierden sus cosechas. Justo en un país donde el trabajo es escaso. 

En octubre del año pasado, un productor citrícola de Eldorado, en la provincia de Misiones, contó la situación que atraviesa con la cosecha de naranjas, mandarinas y limones. 'Me falta mano de obra para poder cosechar la fruta, pero el problema es que la gente no quiere ser blanqueada y darse de alta en AFIP porque implicaría que le suspendan los beneficios sociales de Anses', explicó. 

Pero la falta de trabajadores rurales no solo ocasionó perjuicios a la citricultura sino que también hizo que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, las pomáceas, el té y el olivo hayan sufrido una caída en la productividad, un aumento de costos y en consecuencia la afectación de la rentabilidad. En la Argentina, las economías regionales emplean a alrededor del 70% de la mano de obra rural, creando trabajo para alrededor de 625.000 trabajadores temporarios en época de cosecha. Es inconcebible que un país con la mitad de la población sumergida en la pobreza y crisis de empleo no pueda crear un sistema legal para solucionar esta problemática. Recién ahora se presenta da una respuesta, no sin antes sufrir millonarias pérdidas. 









Autor: REDACCION

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