PRETORIA, 20 (AFP-NA). - "Se colocó las piernas ortopédicas, caminó siete metros hacia el baño y disparó cuatro veces a su novia, que estaba detrás de la puerta del baño". El relato de la Fiscalía es sobre los minutos previos del velocista sudafricano Oscar Pistorius antes de asesinar presuntamente a su novia, Reeva Steenkamp, cuyos familiares han celebrado su funeral ayer por la mañana en Port Elizabeth. El atleta rompió a llorar durante la audiencia que estudia si le impone una fianza por el presunto asesinato de su novia, que fue alcanzada por tres de los disparos el pasado 13 de febrero. Según el fiscal, la novia se había escondido en el baño tras una supuesta discusión mientras que la defensa insistió en que sólo fue un desgraciado accidente.

El magistrado Desmond Nair, que debe decidir si concede o no la libertad bajo fianza al atleta, podría acusarlo de asesinato premeditado, un cargo que contempla la pena de cadena perpetua. Si finalmente se produce esta acusación, existen pocas posibilidades de que Pistorius obtenga libertad bajo fianza.

"Estábamos muy enamorados. No podíamos ser más felices. Estoy absolutamente mortificado por la muerte de mi amada Reeva", señaló ante el juez el campeón paralímpico sudafricano.