Para el año 2014, podría esperarse, en el mejor de los escenarios, un sostenimiento de la producción de automotores respecto al 2013, aunque no llegaría a los niveles de producción del año 2011, el máximo histórico.
La tendencia a la baja en las exportaciones a Brasil ocurrida en los últimos meses de 2013, sumado a que a partir del 1 de enero del corriente ese país incrementó la alícuota del IPI (impuesto a los productos industrializados), afectará negativamente a la industria automotriz argentina.
A esto debe sumarse, consideró E&R, el enfriamiento que se viene observando de nuestra economía (3% para el 2013 y 1,8% esperado para el 2014), y el impacto negativo en la demanda interna que tendrá el nuevo impuesto a los automotores, del 30% de entre $ 170.000 y $ 210.000 (antes de impuestos) alcanzado al 50% para los que superen este último valor.