Fernando Lugo, un obispo
católico ligado al movimiento campesino, fue el primer presidente
de izquierda de Paraguay y su elección en 2008 interrumpió 61 años
de hegemonía del derechista partido Colorado, sostén de la
dictadura del general Alfredo Stroessner (1954/89).
El sacerdote, adepto de la Teología de la Liberación, perdió popularidad por una serie de denuncias de
paternidad realizadas por varias mujeres, que le reclamaban el
reconocimiento de hijos que según ellas tuvieron con él mientras
era obispo de San Pedro, el departamento más pobre del país. Hasta el momento reconoció a dos hijos.