CARACAS, 15 (AFP-NA).- El diálogo de paz entre el
gobierno y la oposición venezolana enfrenta una crisis marcada por
las posturas irreconciliables de sus voceros, que ponen en riesgo
el nuevo encuentro agendado para este jueves y el intento de
frenar más de tres meses de violentas protestas.
El secretario general de la Mesa de Unidad Democrática (MUD),
Ramón Guillermo Aveledo, anunció dos días antes que la heterogénea
coalición de 32 partidos opositores se levantaba de la mesa y que
su vuelta a ella dependería de las acciones del gobierno.
La detención de más de 200 estudiantes en las protestas
antigubernamentales de los últimos días, las declaraciones de
algunos voceros oficiales desconociendo los acuerdos alcanzados en
las negociaciones y la falta de definición sobre los casos de
presos opositores son las razones expuestas por Aveledo para
justificar el "congelamiento" de los encuentros.
Mientras tanto, el presidente socialista Nicolás Maduro
respondió que se mantendrá en el diálogo, pese a las "presiones
para destruir los niveles básicos de diálogo que tenemos con la
oposición política".
"Yo no me voy a parar de la mesa", dijo en su programa de radio
"En contacto con Maduro".