Pasó por grandes equipos del continente. El primero en el exterior fue Cruz Azul de México, después Peñarol de Montevideo, y en Perú fue donde dejó una huella profunda, en Universitario y Sporting Cristal (tres títulos locales y subcampeón de la Libertadores 1997). En Argentina jugó en Huracán, pero su ADN futbolístico se forjó en Racing, el club al que llegó como juvenil y en el que pudo hacer el recorrido hasta la primera división, pudiéndose consolidar, algo que en estos tiempos es cada vez más difícil en el fútbol argentino donde los mejores no llegan a 20 partidos en la elite, antes de ser transferidos al exterior.
Marcelo Asteggiano disfrutó como tantos la consagración del equipo de Gustavo Costas, justamente al cual le tocaba reemplazar hace 36 años en el equipo del Coco Basile.
"Tenemos un grupo de WhatsApp y estos días fueron muy lindos. Naturalmente vinieron muchos recuerdos de aquellas dos finales, porque primero se jugó en la cancha de Racing (ganó 2 a 1) y después en Brasil (1 a 1 con el recordado gol de Catalán). Yo estuve en el banco, me había tocado jugar en las fases previas, contra Santos", nos contó "Pichi", que hoy se desempeña como Coordinador de divisiones inferiores en Peñarol de nuestra ciudad.
Su deseo hecho realidad fue que "lo logró este grupo de jugadores con Gustavo Costas a la cabeza, su familia, con sus hijos en el comando técnico. Era más el deseo que lo logre Gustavo que otra cosa, al margen de lógicamente el sentimiento que uno tiene por Racing. Pasé 10 años de mi vida en el Club, seis en inferiores y cuatro años y medio en primera hasta que me vendieron al Cruz Azul".
QUÉ TIEMPOS AQUELLOS
Asteggiano era el primer suplente de dos marcadores centrales titulares, en una época donde todavía los cambios permitidos eran dos. "Si, entraba generalmente por Costas o Fabbri, Gustavo padeció mucho las lesiones en una de sus rodillas, antes era muy difícil jugar en el extranjero, tenías que ser de selección, yo tuve algunas posibilidades cuando volví del seleccionado Sub 20. Pero en primera tenía que pelear un puesto con ellos dos. Gustavo un símbolo del club y Néstor un jugador fenomenal, de una carrera brillante", puntualizó sobre esa parte inicial de su rica trayectoria.
En ese momento, como ahora, Racing también tenía buen presente en el torneo doméstico. "Cuando volvimos de Brasil, que habíamos jugado un miércoles a la noche, el jueves nos recibió muchísima gente en Ezeiza, pero después el festejo no fue tan largo. Coco (Basile) nos liberó y nos enfocamos en el partido con River del domingo. Ahí fue un festejo con vuelta olímpica a estadio lleno. Estábamos en semifinales de una liguilla para entrar a la Libertadores, y creo que le ganamos 1 a 0".
Y FUE PROFETA EN SU TIERRA
Ampliando el concepto sobre la importancia de Costas para esta trascendente conquista, cuando hace un año era cuestionado por su poca experiencia en Argentina como entrenador, Asteggiano expresó que "Gustavo a lo largo de su carrera fue muy exitoso, pero mucho fue en el extranjero. En todos los países donde estuvo ganó títulos, en Paraguay dos, en Perú dos, en Colombia fue campeón, lo mismo en Ecuador, dirigió la selección de Bolivia... después el fútbol argentino es muy competitivo, no es tan fácil. Pero confiaba mucho en que había armado un muy buen plantel de jugadores, con el ojo clínico que tiene. Había jugadores que no los conocía nadie, Martinena, Maravilla Martinez, Salas, que lo trajo de Chile, y si bien de entrada fueron cuestionados terminaron dándole la razón a Gustavo y tuvieron un gran rendimiento".
Sobre la Sudamericana, puntualmente, reconoció que "a medida que iban pasando fases y ganándole a equipos brasileros, que son muy bravos, se agrandaba la ilusión. Una vez que pasó a Corinthians, dije que la ganaba y se dio".
ESA PASIÓN INEXPLICABLE
Para quien jugó en clubes de tanta trascendencia, hay mayores argumentos para comparar la grandeza de los mismos. Y en ese aspecto respondió que "he hecho giras con Peñarol por Europa y te reciben con todos los honores, es un club con gran prestigio. Cruz Azul es un club joven, muy grande; en la ''U' jugás con 70.000 personas todos los partidos. Cristal es muy importante, hoy tiene un arraigo de gente muy grande que lo consiguió en los '90 en la época nuestra (fue subcampeón de la Libertadores perdiendo la final ante Cruzeiro, tras eliminar en semifinales justamente a Racing). Huracán es importante, pero lo que pasa en Racing es una locura, el hincha de Racing es muy pasional. Yo viví la época de Gustavo, la linda y la fea, en que Racing se fue al descenso yo estaba en inferiores, pero también la linda de haber clasificado y jugar la Libertadores, ganar la Supercopa e Interamericana, dos liguillas, el ascenso.. Después de que en la pensión vivimos la mala que no teníamos para comer, que los jugadores estaban tres meses atrasados, el estadio clausurado y no cobraban los empleados del club. Yo viví todo lo bueno y lo malo".