ROMA, 15 (AFP-NA). - El Papa Francisco visitó este
jueves al presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano,
al que solicitó mayor garantía para la familia y el trabajo, en
crisis por la recesión económica que afecta a Italia.
El papa argentino cruzó la Ciudad Eterna en un simple vehículo
sin escolta particular y sin los pintorescos "corrazzieri", la
guardia de honor de la presidencia que suele acompañar a los
soberanos pontífices en estas ocasiones.
El coche papal no se detuvo en la entrada de esta antigua
residencia de los papas, y Francisco se limitó a saludar con la
mano a las cientos de personas que le esperaban en la plaza.
El Papa fue recibido por el presidente del Consejo, Enrico
Letta, sus ministros, y los presidentes del Senado, de la Cámara
de Diputados y de la Corte Constitucional.
El Papa Francisco ya ha recibido en dos ocasiones al presidente
italiano, un excomunista laico, de 88 años.
Las relaciones son tradicionalmente estrechas y buenas entre el
jefe de Estado italiano y los papas. Los intereses económicos y
políticos de la Iglesia en Italia son numerosos y las
implicaciones entre política y religión crean a veces tensiones.
"Vivimos un momento marcado por la crisis económica, que con
dificultad se logra superar y que entre los efectos dolorosos que
causa es la falta de un trabajo disponible", señaló el Papa.
"Es necesario multiplicar los esfuerzos para aliviar las
consecuencias de ello y para reforzar toda señal de reactivación",
agregó Francisco.
"El mayor deber de la Iglesia es fomentar respuestas generosas
de solidaridad" hacia las personas con dificultad, dijo el
pontífice tras defender también el rol de la familia, "donde se
aprende con el ejemplo y los valores" la solidaridad con el
prójimo, subrayó.
La primera visita de un pontífice a Italia se remonta a la del
Papa Pío XII en diciembre de 1939 al rey Víctor Emanuel III. A
continuación, cinco papas han visitado el palacio del Quirinal,
sede de la presidencia.