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Papá a veces te busco y no puedo encontrarte

Por Alicia Riberi

El domingo dieciocho es un día muy especial, es el día de todos los papás, esa parte fundamental de la familia, que hoy parecieran querer robarnos.
Hay papis que por bendición de Dios podrán estar con sus hijos, comiendo, jugando, riendo y eso es para festejar y agradecer. Vaya para ellos un gran abrazo y los mejores deseos.
Hay otros papis, que ya partieron y dejaron una huella imborrable, que aunque no podamos seguirla, nos despierta nostalgia, nos hace extrañar, derramar una lágrima y enviar muchos besos al cielo para que un ángel travieso se los lleve y seguramente recibiremos respuesta con la paz de haberlo amado y cuando lo tuvimos haberlo disfrutado.
Hay otros papis que los arrebató el odio, la maldad de gente que no conoce el amor, que no tiene paz, que su pensamiento es destruir y los separaron con una reja, palpable, fría y rígida. De esa distancia es también culpable la política y gran parte de la justicia que se mueve corporativamente y responde a una ideología extrema y perversa y no lee, no investiga, no busca la verdad, solo busca condenar El domingo tal vez toda esta gente festeje el Día del Padre y no les deseo el mal, porque Dios siempre pone todo en su lugar. Destruyeron el estar juntos , el dar un abrazo a ese niño inocente que no entiende de odios ni maldades, para sumar estadísticas, quién logró más abreviados, quien condenó a más hombres como si fuera un juego, obvio que les reditúa riqueza material, pero los va secando por dentro. Mañana serán los responsables de tantos `presos inocentes que no podrán abrazar a sus hijos, pero todo vuelve. Quiero recordarles que pueden robar el abrazo, el beso tierno, incluso ser los causantes de tantos niños tristes, pero quiero que sepan que no pudieron arrancar el amor, es más fuerte, porque saben qué ellos no saben odiar, solo aprendieron a amar.
Gracias a Dios, eso no pudieron destruirlo, ni lo van a poder destruir. Seguramente los responsables de tanta injusticia brindarán con sus hijos y ni registrarán el daño que hicieron y hacen, pero solo me queda hacer una oración para que recuperen el alma.
A todos los padres les envío un fuerte abrazo, a mi viejito y a tantos otros que nos miran desde el cielo, les mando millones de besos y a los que les arrebataron a sus hijos, les digo que no pierdan la Fe, es el motor de la vida de la gente de bien, a los que les hicieron daño no los registren, Dios se ocupa, siempre ve todo y obra.
A vos Dios todopoderoso y eterno, te agradezco haberte conocido y haber aprendido a amarte tanto. No nos prometiste una vida sin cruces, nos prometiste ayudarnos a llevarla. Gracias por las fuerzas para la lucha, que me la renuevas día a día. Dios mostrará su gloria.
¡Feliz día a todos!

Autor: REDACCION

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