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Padre Ceschi

Down: ¿anormal?


Es bastante común escuchar que el "aborto genético" sería razonable "solución" al problema de un embarazo "inaceptable", como el de un chico Down. Quisiera transcribir el testimonio de un papá -el Ing. Roberto J. Aragone (h)-, quien hace ya varios años vivió en familia la experiencia de conocer que su hija nacería "especial":

"Quiero decirles que soy un padre de familia en la que hace siete meses hemos recibido con inmensa alegría el nacimiento de nuestra quinta hija que es precisamente una beba Down. Seis meses antes de su nacimiento, gracias a los avances científicos, pudimos enterarnos de que el hijo que toda la familia esperaba con ilusión era una beba Down.

Recibida la noticia que por supuesto en ese momento nos causó un gran dolor, con mi mujer y nuestros hijos, que entonces tenían 17, 15, 13 y 8 años, nos dispusimos para, con la misma alegría e ilusión, vivir los meses restantes del embarazo y recibir a nuestra beba y darle todo nuestro amor, pues por ser ' especial', iba a necesitar más cariño y amor que otros bebés.

Esto, que en algún momento pensamos que podría ser difícil, desde el nacimiento de nuestra hija es lo más fácil y sencillo del mundo, pues ella, con su sonrisa permanente y la dulzura de sus ojos nos está entregando un inmenso amor.

Por este motivo no puedo aceptar que a nuestros hijos 'especiales' se los trate de 'anormales', cuando los únicos 'anormales' entre los seres humanos son aquellos que nacen sin amor en su corazón y aceptan tan fácilmente el asesinato del indefenso y a estos aún la genética no los puede predeterminar...".

El testimonio del Ing. Aragone apareció en una carta de lectores publicada en un matutino porteño. Era en respuesta a un médico genetista, para quien las leyes debían cambiarse con la finalidad de poder interrumpir el embarazo en casos como estos.

Desde luego, no resulta para nada fácil asumir una maternidad "diferente". Sin embargo, en el orden de prioridades tiene que figurar ante todo la vida del bebé. Quienes han aceptado generosamente el desafío fueron bendecidos especialmente por Dios. El cariño que siente y expresa un chico Down no tiene precio. Y esta es ya una gran bendición para todos.

Autor: REDACCION

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