LIMA, 9 (AFP-NA). - Cancilleres y representantes de 17
países de América condenaron el martes el quiebre de la democracia
en Venezuela y desconocieron a la Asamblea Constituyente impulsada
por Nicolás Maduro, al tiempo que favorecieron una salida pacífica
a la crisis que atraviesa ese país.
En la Declaración de Lima, de 16 puntos, los diplomáticos -entre los que se encontraba el argentino Jorge Faurie- expresaron "su condena a la ruptura del orden democrático en
Venezuela" y "su decisión de no reconocer a la Asamblea
Constituyente" electa el 30 de julio, ni los actos que emanen de
ella por su "carácter ilegítimo".
También resaltaron "su pleno respaldo y solidaridad con la
Asamblea Nacional" (Parlamento), de mayoría opositora,
"democráticamente electa".
En el documento, suscrito tras siete horas de reunión en la
capital peruana, expresaron también "su condena a la violencia
sistemática a los derechos humanos y las libertades fundamentales,
a la violencia, la represión y la persecución política, a la
existencia de presos políticos y la falta de elecciones libres".
En el encuentro, que agrupó a representantes de países como
Brasil, Chile, Argentina, México, Colombia y Canadá, los
diplomáticos aseguran actuar "con pleno respeto a las normas del
derecho internacional y el principio de no intervención, el cual
no atenta contra los derechos humanos y la democracia".
En su declaración, precisaron su "convicción de que la
negociación es la única herramienta que asegura una solución
duradera a las diferencias" y se ofrecen a apoyarla.
La Asamblea Constituyente, un "suprapoder", legislará hasta por
dos años -más allá de la culminación del mandato de Nicolás
Maduro- para reescribir la Carta Magna de 1999 y al mismo tiempo
tomar otras decisiones de efecto inmediato.
Para la oposición, que no participó en la conformación y
elección de los miembros de la Constituyente, esta entidad
permitirá que Maduro se perpetúe en el gobierno.
"UNA DICTADURA"
La reunión se concretó luego de la decisión del Mercosur de
suspender a Caracas por la "ruptura del orden democrático", tras
la elección y reciente instalación de la Constituyente, que es
rechazada por parte de la comunidad internacional, entre ellas la
Unión Europea, y considerada "un fraude" por la oposición.
Para el canciller peruano, Ricardo Luna, anfitrión del
encuentro realizado en la cancillería, "lo que tenemos en
Venezuela es una dictadura (...). En Venezuela se ha roto el orden
democrático y se tiene una situación de facto".
La ola de manifestaciones, impulsadas por la oposición para
exigir la realización inmediata de comicios generales y la salida
del gobierno, ha dejado 125 muertos en los últimos cuatro meses.
Los cancilleres americanos se solidarizaron también con la
recientemente destituida Fiscal General, Luisa Ortega, quien
mostró abiertas discrepancias con el gobierno de Maduro.
"No podemos admitir un régimen dictatorial entre nosotros ni
permitir la continuidad del horror que vive el pueblo venezolano",
dijo el canciller brasileño, Aloysio Nunes.