Sociales

Operación Omega: tarea cumplida

Por Hugo Borgna

Resulta una impresionante motivación la que ha guiado a Raúl Drubich a encarar esta obra en forma de novela, insinuando (tal vez más que eso) una aproximación en clara fotografía al entorno de personajes conocidos de la vida política.
“Operación Omega” es el libro aparecido recientemente, de autoría de Raúl Drubich mediante la Editorial Dunken. Consta de 226 “fojas útiles” donde se desarrollan hechos y relaciones entre personajes en un ámbito que se supone conocido por muchas personas.
El ejercicio de la escritura, dentro de la inmensa libertad que implica, se apoya en normas aceptadas y consolidadas a través del tiempo para la valoración de los textos, todo mediante recursos estéticos equilibrados y honestos.
Técnicamente “Operación Omega”, recibe aportes de la historia -que en sí misma contiene hechos concretos- y también de la literatura, que elige los recursos narrativos necesarios para que los sucesos lleguen con la intensidad buscada por cada autor.
La percepción de la escritura no habita en la potencia de los hechos por sí mismos; no importa más “qué” se cuenta sino “cómo” ha sido narrado.
Los tensos diálogos y el movimiento constantes permiten percibir las acciones como si se estuviera frente a una película, sensación de realidad al límite de lo vertiginoso. Se siente palpitar la acción.
(“El Secretario sonrió afectadamente tranquilizando al disfónico y mandándolo a descansar a la casa (…) él se encargaría del resto” (…) “Salió por un rato de su alusión futurista volviendo al presente concreto. Necesitaba tocar tierra” (…) “Cuando otra vez se quedó solo, Cáceres tomó asiento y se percibió asimismo como frito”(…) “Oh, locas horas de amor infinito donde el sol y la luna y los dos juntos presenciaron insomnes cómo ellos se amaban”)
La obra, de acción cronólógica y contada por un narrador omnisciente, configura una novela que armoniza y pone en valor eficaces pautas de la escritura. Por lo demás, aquellos lectores que deseen identificar los nombres reales de la “historia”, y los que pueden prescindir de la verdad cronológica, todos, encontrarán una narración activa, donde la acción y el conflicto conectan al lector con un texto que lo atrapa.
Raúl Drubich, rafaelino por nacimiento y por ser habitante, es autor además de “Una estrella en la otra orilla”, “La maestra del río” y “La casa de la esquina”
En esta esquina de las narraciones aconsejables se ubica esta novela, de personalidad propia y perfecto ensamble, esperando que el lector cierre el círculo de la verdad literaria de la comunicación.

Autor: REDACCION

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