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Objetivo Dengue: inédito operativo en el norte provincial para vacunar a población isleña

El recorrido para llegar a la isla lleva más de dos horas para atravesar unos 60 kilómetros río arriba.
Crédito: SCS

A comienzos de septiembre, el Gobierno santafesino incorporó la vacunación contra el dengue como parte de un programa integral que amplía la manera de abordar la problemática. Sin perder el foco puesto en controlar la reproducción del mosquito que transmite el virus, se desarrolla una primera etapa de la estrategia para vacunar a adolescentes entre 15 y 19 años, que viven en los departamentos General Obligado, San Cristóbal y 9 de Julio; y en áreas priorizadas de Rafaela, Santa Fe y Rosario. Además, se avanza en toda la provincia con la vacunación a personal de salud, bomberos y policía, entre 20 y 39 años.

Los equipos de salud adaptan la estrategia a la dinámica de las zonas urbanas, de las rurales, y a los desafíos que plantean geografías menos accesibles de la provincia, como la de la Isla Guaycurú. En esa zona, a la que solo se puede llegar por el río Paraná, desde el Puerto de Reconquista, se desarrolló una jornada de vacunación para brindar la primera dosis del esquema, que se completará en 90 días. Para el traslado del equipo fueron necesarias dos lanchas, una de ellas recuperada del narcotráfico a través de la Aprad.

El recorrido para llegar a la isla lleva más de dos horas para atravesar unos 60 kilómetros río arriba. A medida que las embarcaciones avanzan sobre el río se despliega el paisaje de las barrancas, impactantes por su altura en algunos tramos; pajonales, bosques ribereños de sauces, timbó, aromitos, alisos que crecen sobre los bancos de arena. Antes de llegar a la isla, en la costa de la provincia de Corrientes, se divisan asentamientos de pescadores, algunas poblaciones, plantaciones de tomate, pimientos y arrozales. Y las localidades correntinas de Santa Lucía y Cecilio Echeverría, más cercanas a Guaycurú que el territorio santafesino, y por eso un contacto habitual para los habitantes de la isla que van y vienen en canoas para estudiar, trabajar y visitar familiares.

 

Vacunar en la isla, casa por casa

Yolanda Elvira Gómez es la enfermera que atiende a la población de la isla Guaycurú, donde vive la mayor parte del mes. Cuando le preguntan cuánto tiempo lleva trabajando en la isla, responde con la fecha exacta en que fue asignada como agente sanitaria: “Desde el 11 de febrero de 2003”.

Una vez al mes regresa a Reconquista por unos días para visitar a familiares, y buscar insumos. Pero el río marca a veces ese tiempo del regreso: “Vuelvo si el Paraná está tranquilo para viajar, y si no, tengo que esperar, porque es lindo, pero también es bastante riguroso; y si hay viento, prefiero esperar”, cuenta.

La vacunación contra dengue requirió formar a los equipos del Programa de Inmunización de la Provincia, como sucede cada vez que se implementa una nueva estrategia, y en particular porque esta vacuna necesita reconstituirse con un diluyente, antes de la aplicación, que implica seguir algunos pasos previos. Por eso esta vez, Yoli recibió a Juana Aguirre, del Centro de Salud de barrio Guadalupe, en Reconquista, una colega que se capacitó y pudo acompañarla para implementar una estrategia adecuada a la realidad de su territorio.

 

Experiencia

Juntas recorrieron las casas, con el padrón donde están identificados quienes nacieron entre 2005 y 2009. Yoli solo lo usa para completar el registro de las dosis que aplican. Conoce bien a cada uno y sin necesidad de consultar depura el listado: identifica a los que se mudaron a Cecilio Echeverría, en Corrientes, para estudiar o trabajar y ya no van a regresar; y de los que quedan, sabe a qué hora los puede encontrar, cuándo se van a la escuela los que cursan la secundaria, si están pescando o cuidando el ganado, y van a tardar en volver. “Acá en la isla hay chicos que son mis ahijados de agua de socorro, como se le dice, porque yo soy católica y ellos también, y me lo piden para que sean católicos”, cuenta para explicar la cercanía con las 60 familias que atiende. “Tengo como 20 ahijados, así que cada vez que es el cumpleaños siempre se les da un presente”.

El padrón de la isla también se diferencia de los de la ciudad por otra característica que haría más difícil llegar a la población que puede vacunarse. Para llegar a cada familia, hay que desplazarse por los caminos que abre el paso de los isleños, algunos a cielo abierto y otros cubiertos de la vegetación de la isla, donde aúllan los monos carayá. Yolanda sabe cómo llegar a cada lugar: desde los palafitos construidos en las zonas que pueden inundarse cuando crece el Paraná; como a las que se levantaron en terrenos más altos.

Para Juana, vacunar en la isla Guaycurú “fue una experiencia distinta a la que hacemos en los centros de salud que conozco. Acá nos recibieron en la Escuela, después nos encontramos con Yolanda y fuimos casa por casa, caminando, que es distinto a lo que se hace en la ciudad. Eso es lo enriquecedor que tiene ir a terreno”. Sabe la importancia de su tarea porque como ella misma repite “las vacunas salvan vidas”, pero en para el dengue también destaca “la necesidad del cuidado en la casa, el uso del repelente, el descacharrado, que es re-importante, desechar el agua que queda acumulada, sobre todo en estos días que llovió porque el mosquito busca el agua limpia para poner sus huevos”.

 

Cercanía

La vacunación es también parte de un acercamiento a la ciudadanía, que excede además a la cuestión sanitaria. “La estrategia de vacunación de dengue es una política que llevamos adelante a partir de una decisión del gobernador Maximiliano Pullaro, pero hoy participamos todos los actores del Estado comunal, provincial, en función de un territorio y un objetivo común”, explica el subsecretario de Gestión Territorial del Ministerio de Salud, Leonardo Martínez. “Como plantea la ministra Silvia Ciancio, esto va de la mano de reforzar un trabajo de cercanía. Por eso no estamos pensando únicamente en equipos de salud llegando al territorio, sino en hacerlo con la escuela de la isla, con personal del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, con Protección Civil y Gestión de Riesgo; con el presidente comunal de Las Garzas, Walter Sánchez, y el referente de la Delegación Regional, Oscar Duarte”.

Al igual que para la población de la isla, un punto de referencia y encuentro durante la actividad será la Escuela Nº 1312, donde los recibe la directora, Delia Yedro, junto a unos 60 niños y niñas de nivel inicial y primario. “Para nosotros es un placer trabajar acá, cada uno cumple su función, enfocados en el proyecto pedagógico para dar lo mejor de nosotros y tener buenos resultados, sobre todo que a los chicos les guste venir a la escuela”, asegura en nombre de las docentes y asistentes escolares con las que garantizan no solo las clases sino también el funcionamiento del comedor escolar y una copa de leche.

 

Objetivo Dengue

La isla Guaycurú no es el único lugar de General Obligado en el que hay que adaptar la manera de llegar a la población objetivo. Desde los centros de salud y hospitales de centros urbanos y localidades, se organizan jornadas en las escuelas para evitar que los grupos se trasladen y optimizar el trabajo de los equipos. “En las localidades más alejadas del extenso territorio que corresponde a la Región de Reconquista”, agrega Luciana Ramoa, directora de esa región de salud, “sumamos el camión sanitario para llegar a localidades como Lanteri, Campo Hardy, El Rabón, entre otras donde se brindan vacunación, así como también atención pediátrica, tocoginecología y salud mental”.

Desde Las Garzas, Walter Sánchez insiste en un eje central de Objetivo Dengue, que coordina la Secretaría de Cooperación de Gobierno, a cargo de Cristian Cunha: “Estamos al tanto de lo que implica el dengue, por eso es necesario que la vacuna llegue a la población”. Y recuerda: “Lo más importante es eliminar el agua acumulada en los patios de las casas, en cubiertas, palanganas, fuentones”.

Autor: 449923|

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