DAYTON, 24 (AFP). - Luego del último debate,
Barack Obama y Mitt Romney encaraban este martes la recta final de
la campaña presidencial, sinónimo de recorridos incansables por
los estados que en las dos semanas que restan podrían darles los
votos necesarios para superar el empate que marcan las encuestas.
Al día siguiente del enfrentamiento televisado en Florida
(sureste), consagrado a la política exterior y en el cual el
presidente y su rival republicano trataron de convencer a los
electores de centro e indecisos, ambos reanudan su campaña.
"Si usted sufre de Romnesia, si usted no se acuerda de las
posturas que defendía no hace cuatro años sino hace apenas cuatro
días, (...) existe una cura. Pero será necesario votar para que el
medicamento contra la Romnesia" sea eficaz, ironizó el presidente
demócrata en Dayton, en el norteño estado de Ohio.
Poco antes, ante un entusiasta auditorio de 11.000 personas en
Delray Beach, Florida, Obama había llamado a los estadounidenses a
confiar en él. "No hay elemento más determinante en una campaña
presidencial que la confianza. Ustedes me conocen, saben que digo
lo que pienso y que pienso lo que digo".
Luego de Florida y Ohio este martes, Obama emprenderá una
verdadera maratón el miércoles, trasladándose a Iowa, Colorado y
Nevada, y aún a California, donde participará en un programa
televisivo.
Romney llegó por su lado este martes a Las Vegas, en Nevada, y
luego se desplazará hasta Colorado, los dos estados del oeste
considerados clave para el resultado de la elección. "Vamos a
pasar mucho tiempo en los estados clave", dijo a la prensa Kevin
Madden, uno de sus consejeros más cercanos.
El presidente Obama "es el candidato del statu quo", afirmó el
postulante republicano en Henderson, en las cercanías de Las
Vegas. "Su mensaje es continuar aplicando la misma política que
aplica desde hace cuatro años. Por eso es que su campaña se está
desmoronando y la nuestra está progresando", afirmó.
Obama apostó a su condición de comandante en jefe durante el
debate del lunes de noche, cuando catalogó a su adversario de
incompetente y dubitativo en política exterior.
Esa estrategia ofensiva de Obama parece haber dado sus frutos,
de creer a los sondeos instantáneos, que daban al presidente
saliente vencedor del debate, con diferencias mayores o menores.
Sin embargo, según Christopher Arterton, especialista político
en la universidad George Washington, Romney "fue capaz de mostrar
que no era el conservador peligroso y desbocado que Obama intentó
despreciar". Esa imagen podría ayudarle "particularmente en los
estados que tiene que ganar, Florida y Ohio".
Obama y Romney están cabeza a cabeza en la mayoría de los
sondeos nacionales, a pesar de que el presidente saliente conserva
una ventaja en varios estados clave, donde Romney debería ganar si
quiere llegar a la Casa Blanca. Esa ventaja se ha reducido en los
últimos días, augurando un final de campaña encarnizado.