Internacionales

Obama pretende un "sacrificio compartido"

WASHINGTON, 17 (AFP-NA). - A dos semanas del 2 de agosto, día en que Estados Unidos entraría en cesación de pagos, el presidente Barack Obama instó una vez más este sábado a un acuerdo político sobre el endeudamiento, mientras Wall Street se inquieta por el persistente bloqueo en las negociaciones.

En Washington, la semana comenzó y concluyó con conferencias de prensa del jefe de Estado, y entre ambas, los líderes parlamentarios republicanos y demócratas se reunieron en forma cotidiana en la Casa Blanca sin lograr acuerdos.

Ninguna otra reunión está prevista para este fin de semana. El jueves Obama dio un ultimátum de 24 a 36 horas a la oposición republicana en el Congreso para que elabore un plan para aumentar el techo legal de la deuda. El ultimátum expiró ayer.

"Se necesitará un enfoque equilibrado, un sacrificio compartido, y la voluntad de tomar decisiones impopulares por parte de todos", dijo el presidente en su alocución radial semanal, ayer.

"Esto significa gastar menos en los programas nacionales", explicó. "Significa gastar menos en los programas de defensa. (...) Y significa abordar el código tributario y recortar algunas deducciones fiscales para los estadounidenses más ricos".

Fijado por el Congreso en 14,294 billones de dólares, el techo de la deuda federal fue alcanzado a mediados de mayo. El Tesoro recurre desde entonces a distintos recursos para mantener el Estado en funcionamiento, pero advirtió que éstos se agotarán el 2 de agosto, cuando se encontrará en cesación de pagos, con efectos desastrosos para el sistema financiero mundial.

La Casa Blanca instó a alcanzar un acuerdo para el 22 de julio, de manera de tener tiempo para aprobarlo antes del 2 de agosto.

Sin embargo, los republicanos en el Congreso se han negado a aumentar el límite de la deuda pública a menos que este  incremento se acompañe de profundos recortes de gastos.

El viernes, Obama presionó a los legisladores polarizados a llegar a un "gran pacto", que recortaría los programas de ayuda social defendidos por sus correligionarios demócratas, pero los republicanos rechazaron de plano su petición de aumento de

impuestos a los ricos.

En su alocución radial Obama insistió en que el problema del déficit no se puede resolver sin pedir a los estadounidenses más

ricos que paguen su parte.

En Wall Street, los banqueros y corredores de bolsa observan con preocupación el estancamiento de las conversaciones, temiendo que el fracaso en alcanzar un acuerdo político perjudique sus negocios en el país y en todo el mundo.

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web